NUESTRA GENTE
Luis Gil Fernández (1927-2021)
Texto: José M. Floristán - 14 oct 2021 09:29 CET
Tras una vida larga y fructífera dedicada a la docencia e investigación, el 30 de septiembre fallecía en Madrid el profesor Luis Gil Fernández, catedrático emérito de Filología Griega de nuestra Universidad. Luis Gil se licenció (1949) y doctoró (1956) por la entonces Universidad Central. Tras una década (1954-1964) en la que compaginó su docencia como profesor adjunto con una cátedra en el Instituto Beatriz Galindo, fue catedrático en Salamanca (1964-1967) y luego en la Universidad Complutense hasta su jubilación en 1992. En esta última ha dirigido 30 tesis doctorales y ha creado una nutrida escuela de helenistas que hoy día son catedráticos en diversas universidades e institutos de Enseñanza Media de España.
Luis Gil nos ha dejado una extensa obra que incluye 400 títulos, entre libros, artículos y reseñas. Destacan, en el campo de los Estudios Clásicos, sus obras Nombres de insectos en griego antiguo, Censura en el mundo antiguo y Therapeia: la medicina popular en el mundo clásico; en el de la Historia del Humanismo, Panorama social del humanismo español y Estudios de Humanismo y Tradición Clásica, y en el de la Historia de España, García de Silva y Figueroa. Epistolario diplomático, Fuentes para la Historia de Georgia en bibliotecas y archivos españoles, El Imperio luso-español y la Persia safávida y De pirata inglés a repúblico español. Vida e industrias de Antonio Sherley, 1565-1633. Dirigió las revistas Estudios Clásicos, Cuadernos de Filología Clásica y Erytheia.
Es autor de traducciones señeras de Platón, Lisias, Luciano, Sófocles y Aristófanes, que destacan por su profunda comprensión del original y por la elegancia de su castellano, lo ha hecho de ellas volúmenes de referencia de los filólogos clásicos. Fue presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos y patrono de la Fundación Pastor de Estudios Clásicos. Una actividad científica tan extensa le valió el premio Menéndez Pelayo del CSIC (1969), el Nacional de Traducción a la labor de toda una vida (1999) y el Nacional de Historia (2007), y la concesión de la Legión de honor por parte de la República Helénica (1995).
Luis Gil fue un complutense convencido. No era difícil verlo, incluso años después de su jubilación, trabajando en la biblioteca de Filología Clásica o en el que fuera su despacho, y contribuyendo con sus libros a aumentar el catálogo de publicaciones de la Editorial Complutense. Su inteligencia, generosidad y visión amable y comprensiva de las instituciones y las personas le granjeó innumerables amigos, que disfrutaron y se enriquecieron con su trato y conversación y que hoy tanto lamentan su pérdida.
José M. Floristán es profesor del Departamento de Filología Clásica de la Facultad de Filología de la UCM