IGUALES
“En los procesos de selección hay estereotipos y prejuicios hacia la discapacidad que creía superados”
2 dic 2020 10:13 CET
“Tu perfil es demasiado para lo que ofrecemos”. “No contamos con políticas para contratar a personas como tú”. “Sí contamos con políticas de inclusión, pero no para este puesto”. Son frases que Jesús Argumedo, el primer estudiante invidente que ha alcanzado el grado de doctor en España en el área de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas, ha tenido que escuchar en estos últimos meses. Ahora las utiliza para arrancar uno de los dos breves vídeos que quiere hacer virales en las redes sociales, con el hashtag #Einstein Challenge, para denunciar una situación que él creía superada: los estereotipos y prejuicios que siguen impidiendo el real acceso al mercado laboral a las personas con diversidad.
Hace un año y unos pocos días, exactamente el 28 de noviembre de 2019, Jesús Argumedo recibía la mención “cum laude” del tribunal de tesis por su trabajo sobre la gestión del capital intangible y la diversidad corporativa de las empresas del IBEX-35. Lo que dicho de otra manera, como contaba Jesús, “se traduce en que si incluimos y vemos la diversidad, todo el concepto diversidad, en el entorno corporativo como un activo intangible, es capaz de generar beneficio económico, comunicativo y reputacional a nuestras empresa”. Un año después Jesús ya no está tan seguro de que las empresas tengan claro eso que él afirmaba en su tesis. Sus meses de infructuosa búsqueda de una oportunidad laboral le hacen pensar que muchas empresas, no solo las del IBEX-35, “centran toda su atención en la inclusión cuantitativa y no en la cualitativa. Te dicen que tu perfil es demasiado para lo que podemos ofrecer”.
- ¿Cómo ha sido este año de búsqueda laboral?
- Obviamente como a todo el mundo la pandemia me afectó. Antes de marzo, tuve tres entrevistas y un proceso de selección. Este último era en el que más esperanzas tenía, tanto por el propio proceso de selección como por la cualificación que buscaban. Pero, claro, la entrevista fue en la última semana de febrero y después estaba prevista una reunión con el director de área, pero con el confinamiento se paró el proceso de selección. Después, a partir de mayo y junio, empecé a ver que había de nuevo ofertas. Se empezaban a publicar sobre todo en el área de consultoría, que de hecho es uno de mis objetivos laborales. Es cierto que cuando yo cuando me titulé, en 2013, descarté por completo el trabajar en una agencia de comunicación porque al ser normalmente empresas con pocos trabajadores no están obligadas por ley a tener políticas de inclusión. De hecho, entonces, escribí a uno de los grandes grupos de comunicación y su respuesta fue que no contrataban personas como yo. Pese a ello cuando volvía de Estocolmo el año pasado, tras vivir una gran experiencia, me dije que tenía que dejar a un lado esas creencias limitantes y que iba a llamar a la puerta de todas las empresas donde yo quiero trabajar y sé que puedo trabajar.
- ¿Y qué pasó?
- Como decía, afortunadamente dentro de toda esta crisis que estamos viviendo el sector de la consultoría está creciendo mucho y hay muchas ofertas de empleo en consultoría. Envié varios currículum y sí tuve un par de llamadas de las áreas de recursos humanos, pero solo para conocerme. Al principio lo consideré como una parte más del proceso, que hay que aceptar. Sin embargo, en octubre, me presenté a una oferta y la respuesta fue que ellos no tienen políticas de inclusión para valorar perfiles y contratar personas como yo. Para mí eso fue como la punta de un iceberg que yo no había visto y que seguro que en los demás procesos de selección ha sido un factor determinante: el tema de la discapacidad.
- ¿Era la primera vez que chocabas con algo así?
- En realidad, no. Ya tuve alguna experiencia anterior, que junto a lo de ahora, me han servido para darme cuenta de que algunas empresas centran toda su atención en la inclusión cuantitativa, lo que es fantástico y debe seguir siendo así, pero no en la cualitativa. Te dicen que tu perfil es demasiado para lo que podemos ofrecer.
- ¿Pero sabes si está habiendo contrataciones con perfiles académicos similares al tuyo?
- Soy una persona con la cabeza amueblada y soy realista. No te voy a decir que he ido a todas las empresas del IBEX y todas me han dicho que no. Sé muy bien que ahora no se contrata. Pero el mercado de la consultoría, en el que sé que tengo aptitudes para trabajar, está creciendo muchísimo y sí tenía muchas esperanzas porque tengo amigas, que son doctoras, y que las han contratado por su perfil investigador, por su perfil de Doctorado, aunque no tengan experiencia profesional previa como consultoras. Las han contratado por el valor que puedan aportar. Una de ellas me dice: “Mira, Jesús, ellos tienen el clásico estereotipo de que el discapacitado es alguien vulnerable, dependiente, que necesita ayuda, que no va a poder con el ritmo de trabajo de la consultoría… Tú nos has demostrado a todos que puedes con esto y si pudiste con un doctorado, puedes con esto y con mucho más”. La situación es complicada, pero yo hablo de un área donde sí hay trabajo, donde hay procesos de selección y me rechazan por estereotipos y prejuicios hacia la discapacidad que creía que estaban superados”.
#EinsteinChallenge
Jesús no es de los que se rinden con facilidad. Lo lleva demostrando toda su vida. Ha decidido luchar y, aunque como señala, en un principio se planteó si esto le puede suponer una desventaja y “las empresas piensen que soy una persona conflictiva o que se queja por cualquier cosa”, finalmente se ha decidido a hacer público lo que está viviendo. “Quiero darme a conocer y que esto pueda tener un impacto mediático y llegue a quien tiene que llegar, a los directores de área, que son los que realmente pueden valorar lo que puedo aportar, y no en los tradicionales procesos de selección que llevan desde Recursos Humanos, y ya he podido comprobar cómo funcionan”.
La “batalla” ha decidido darla en un medio “hostil” para las personas con diversidad visual como son las redes sociales, la mayoría de ellas –“excepto LinkedIn que ha mejorado mucho en los últimos meses y que me permite actuar prácticamente con total autonomía”- muy poco o nada accesibles. “Si la vida me ha dado la capacidad de ser publicista y ahora mismo lo que se lleva es lo viral… Pues por qué no. Y si tengo que demostrar una vez más que valgo para esto, pues lo voy a hacer”.
El #EinsteinChallenge, como ha denominado su iniciativa, consta de dos vídeos. En el primero muestra “algo que las personas no esperan, como es que yo pueda escribir en papel. Yo pierdo la vista a los 6 años y mi madre me ayudó a mantener el hábito de escribir porque es una forma de comunicarme. Siempre escribo en mayúscula porque las minúsculas son más curvas y me cuestan más. Las plantillas para no torcerse y dar a las letras el mismo tamaño las hizo mi madre. No es algo que haga de forma habitual, pero la mantengo”. En el vídeo Jesús escribe una frase: “Einstein decía que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. ¿Será cierto en 2020?” Y anima a quienes vean el vídeo a que lo compartan, lo comenten y si se animan a que se graben escribiendo con los ojos tapados”.
El segundo vídeo, titulado “Entrevista a ciegas”, resume la situación que está atravesando. En él une lo real, las frases que ha tenido que escuchar y asimilar, con un deseo, el de ser contratado, el de que una empresa deje de lado los estereotipos y prejuicios y apueste por él por su formación, por sus aptitudes y sus actitudes. A las otras les deja su bastón, una herramienta que él utiliza para caminar, “pero que hasta que no veáis más allá de la discapacidad yo creo que el bastón os vendrá perfecto para encontrar el camino”.
La campaña puede seguirse en las redes sociales de Jesús: LinkedIn: https://www.linkedin.com/feed/ (perfil de Jesús Argumedo Castañeda); Twitter: https://twitter.com/jesusphd88 e Instagram: https://www.instagram.com/jesusphd88/