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Michelle Bachelet defiende el papel que deben jugar las mujeres en la defensa de la democracia
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 7 jul 2025 17:58 CET
La ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha reconocido que la situación del mundo está empeorando para la democracia, en especial para los Derechos Humanos y los derechos de la mujer. No obstante, Bachelet, que ha participado en el curso de verano de la UCM “Avances y desafíos de la Política Exterior Feminista en América Latina y España”, se define como una “optimista estratégica”, ya que, aunque a corto plazo no se ve el mundo muy glorioso y luminoso, “a largo plazo, vamos a llegar a donde queremos llegar”. La conferencia se va a convertir en un podcast de la Fundación Carolina, que financia el curso, pero Eva María Granados, secretaria de Estado de Cooperación Internacional, le ha pedido a Bachelet que plasme todas sus ideas en un libro para llegar a un público más amplio.
Según Michelle Bachelet, quien también fuera Alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en la actualidad se ve un incremento de gobiernos autocráticos, “en algunos casos auténticas dictaduras”, en un número tal que hoy en día el 40% de la población mundial vive en un país de ese tipo. De hecho, se da la situación, “por primera vez en muchos años, en que hay menos países democráticos que autocráticos en el planeta”.
Reconoce la conferenciante que esa es una preocupación enorme, porque se ve, incluso en países europeos, que aumenta el liderazgo de la derecha radical y la extrema derecha, lo que tiene como resultado “una pérdida de los derechos de las mujeres, en general, y en particular de los derechos sexuales y reproductivos”. Considera Bachelet que se puede definir la situación de “auténtico retroceso en los derechos de las mujeres”. Añade Eva María Granados que, a nivel global, se ha vuelto al año 1985, siguiendo el principal mandato del patriarcado, que es el silencio, ya que busca que las mujeres participen cada vez menos en la vida política.
Bachelet asegura que existen soluciones para resolver esta situación, y muchas de ellas pasan por involucrar a todos los países en las altas instituciones como las Naciones Unidas. Considera, por tanto, que hay revisar las legislaciones nacionales relativas a la paridad y no discriminación en la representación política, diplomática y militar. Como ex ministra de Defensa de Chile, tiene claro que debe haber cuotas vinculantes en los espacios de tomas de decisiones que incluyan las fuerzas armadas, el cuerpo diplomático y los procesos de negociación, porque la paridad no es sólo una herramienta de equidad, sino que sirve para “garantizar decisiones que sean más inclusivas y más sostenibles”.
Para Bachelet lo importante es que el reconocimiento simbólico que hay en muchos países se transforme en una participación “estructural, efectiva y sostenida”. Por ejemplo, a las mujeres no sólo hay que invitarlas a las mesas de paz de los innumerables conflictos que existen en el mundo, sino que tienen que ser parte integral del diseño y la implementación de la arquitectura, de la seguridad y de la reconciliación. Coincide con la secretaria de Estado en que es fundamental que haya reglas, representatividad, recursos y alianzas, porque “hay una sola humanidad, los problemas son compartidos y tiene que haber también soluciones globales”.
Además, habría que impulsar programas de formación de liderazgo, gobernación y seguridad que fuesen feministas, pero “dirigidos tanto a mujeres como a hombres, para transformar las culturas y erradicar las prácticas discriminatorias”.