ÁGORA

El rector descubre, junto al decano de la Facultad de Óptica y Optometría y varios de sus predecesores, una placa conmemorativa del 50 aniversario de los estudios de óptica en la UCM

Óptica celebra sus cincuenta años en la Complutense

Fotografía: Francisco Rivas - 14 dic 2022 12:11 CET

El 15 de septiembre de 1972 se aprobó el Decreto que indicaba la incorporación a la Universidad Complutense de los estudios de óptica, que entonces se impartían en el Instituto de Óptica Daza de Valdés del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. La Facultad de Óptica y Optometría ha celebrado esta efeméride organizando el 13 de diciembre, día de su patrona, Santa Otilia, con un acto conmemorativo en el que han intervenido el actual decano, José Miguel Ezquerro; el profesor Miguel Ángel Muñoz, quien dirigió el centro entre 1998 y 2010; el presidente del Consejo General del Colegio de Ópticos y Optometristas, Juan Carlos Martínez; Rubén Sánchez, estudiante graduado en la primera promoción de la Facultad, y el rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache.

 

El rector se mostró agradecido a la Facultad por situar a la Universidad Complutense como referente nacional e internacional en este campo. No obstante, según indicó, “necesita condiciones adecuadas para crecer”. Por ello y en atención a una demanda histórica del centro, en un futuro próximo la Facultad se trasladará al campus de Moncloa. “Dentro de poco habrá una reunión para ir analizando el proyecto. Los espacios están y el dinero está. Nuestro afán es que la Facultad esté donde tiene que estar. Tuve muchas dudas, pero la decisión está tomada. La Facultad tiene ganas de que eso ocurra y se va a hacer”. Concluyó Goyache, seguro de que este cambio y el trabajo de cuantos integran la Facultad permitirá que en los “próximos 50 años siga cada día mejorando para seguir siendo la referencia internacional que sois”.

 

El decano de la Facultad, José Miguel Ezquerro, comenzó su intervención con un breve recorrido por la historia de los estudios de óptica en España, fijando su inicio en 1933, cuando se creó la Sección de Óptica y Fototecnia en la Escuela Central de Ingenieros Industriales, hasta la constitución en 2012 de la actual Facultad de Óptica y Optometría, fruto de la conversión de la Escuela Universitaria de Óptica surgida a raíz del señalado Decreto 2842, de 15 de septiembre de 1972. La Facultad, según señaló su decano, es a día de hoy un centro de referencia nacional e internacional con una oferta académica de cinco titulaciones, “en la que se consigue que la formación de sus estudiantes sea completa”, gracias a su personal, profesorado y unas instalaciones con once aulas docentes con capacidad para 913 estudiantes, así como laboratorios docentes y de investigación, una amplia biblioteca, cuatro salas de trabajo en grupo, “y una gran clínica universitaria”. Ezquerro señaló que el mérito del crecimiento y consolidación de la Facultad hay que dárselo a “los que están, a los que han estado y a los que nos han dejado”. No obstante, de acuerdo con el decano, la Facultad tiene aún mucho que mejorar: “No hay que parar, hay que seguir evolucionando. Y esperamos pronto hacerlo en el campus de Moncloa”.

 

Tras la intervención del presidente del Consejo General del Colegio de Ópticos y Optometristas, Juan Carlos Martínez -quien destacó la colaboración que siempre han mantenido el centro y el colegio profesional al que representa, y el apoyo de este, sobre todo, en los momentos más complicados- tomó la palabra Miguel Ángel Muñoz, la persona que más tiempo ha estado al frente del centro, en su caso, como director durante doce años de la Escuela Universitaria de Óptica de la UCM. Muñoz hizo también un recorrido por la historia del centro desde su incorporación a él hace ya 37 años. Entonces los estudios de Óptica compartían el edificio de Arcos de Jalón -en el que todavía hoy se ubica el centro- con otras titulaciones complutenses, que pronto volvieron al campus. Eran los años del “baby boom”, de la incorporación masiva de estudiantes a la universidad, y los estudios de óptica no fueron una excepción. Aquel incremento de la demanda hizo que la Escuela tuviera que adaptarse, aumentando sus recursos humanos, tanto docentes como de PAS, así como materiales. Un hito fue la construcción de la Clínica Universitaria de Óptica, justo en el momento en el que el profesor Muñoz accedió a la dirección del centro en 1998, y que fue inaugurada apenas un año después, en diciembre de 1999. De acuerdo con el entonces director, la apertura de la Clínica “es uno de los hechos que más ha marcado los estudios de optometría actuales y ha significado un cambio muy importante en la profesión al situar el término de clínica y lo que significa en el ámbito de la optometría, sobre todo de nuestro país”.

 

Durante sus años al frente de la Escuela, Miguel Ángel Muñoz y sus equipos, tuvieron que afrontar un gran reto: la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Como recordó, aquello no solo suponía la conversión de la diplomatura de tres años en un grado de cuatro o la puesta en marcha de estudios de posgrado, hasta entonces inexistentes, sino que incluso, en un primer momento, parecía significar la desaparición de la Escuela y su integración en alguna Facultad ya existente. Según indicó el profesor Muñoz, se llegó a barajar la posibilidad de incluir los estudios de óptica y optometría en la Facultad de Físicas, en la de Medicina o incluso en una hipotética Facultad de Ciencias de la Salud. Finalmente, las seis escuelas universitarias complutenses se transformaron en Facultades. Óptica hizo rápido y bien sus deberes: fue de las primeras en tener su Libro Blanco, consensuado con las otras universidades que imparten la titulación y con el colegio profesional; puso en marcha un máster de dos años, que junto a los estudios de diplomatura permitía alcanzar los 300 ECTS necesarios para acceder al Doctorado, y finalmente desarrolló su plan de estudios de grado. “Y todo a coste cero” y con unos resultados –“gracias al espíritu colaborador que ha existido siempre por parte de todos los integrantes de la Escuela y la Facultad, de todos y en todo momento”, recalcó difíciles de mejorar. “Yo considero que somos la mejor y más grande Facultad de Óptica y Optometría del mundo”, concluyó el profesor Muñoz.

 

En representación de los estudiantes que han pasado por el centro durante estos 50 años, intervino Rubén Sánchez, graduado en la primera promoción de la Facultad. Destacó la formación recibida y las muchas puertas que esta les abre en el ámbito laboral e investigador. “¿Por qué podemos hacer todo esto? Porque sabemos. Para eso nos hemos formado y seguimos formándonos continuamente”. Con emoción, Sánchez dio las gracias al personal de toda la Facultad, “a los que han estado, a los que estáis y a los que ya no están”.

 

El acto concluyó con la entrega de medallas al personal jubilado este último curso y con la proyección de un curioso No-Do de 1960, en el que se describían cómo se impartían los estudios de óptica en el Instituto de Óptica Daza de Valdés del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.