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Juan Caño, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), impartió la conferencia inaugural del Congreso

Ciencias de la Información celebra el I Congreso Internacional sobre Comunicación Especializada

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 25 nov 2020 14:10 CET

Joaquín Sotelo González, codirector del I Congreso Internacional sobre Comunicación Especializada, que se celebra los días 25 y 26 de noviembre, explica que “vivimos en un proceso superespecializado, con la afloración de portales y redes verticales frente a los generalistas, así que este espacio de debate y reflexión es absolutamente necesario y llega además en un momento de tecnologización que también influirá en la especialización”. A sus palabras se unen las de Patricia Núñez Gómez, directora del Departamento de Ciencias de la Comunicación Aplicada y copresidenta de este Congreso, quien opina que la hiperespecialización ha hecho que se reconozca a la comunicación como un área muy importante de investigación, de ahí que “un foro donde investigadores de tantas áreas puedan enriquecerse para dar lugar a libros y artículos científicos es fundamental”. También aboga por la oportunidad de este Congreso, María Concepción García Gómez, vicerrectora de Empleabilidad y Emprendimiento, ya que “el mundo está en profunda y rapidísima transformación y en ese cambio el periodismo y la comunicación no pueden ser ajenos. Además, cada vez hay más necesidad de una investigación rigurosa en ese conocimiento y la transferencia de ese conocimiento generado a la práctica profesional”.

 

Los responsables de este Congreso destacan que “la figura clave del periodista especializado cobra aún más importancia con la crisis sanitaria, económica, social y política derivada de la COVID-19. Hoy más que nunca es necesario que el periodista especializado acuda a las fuentes expertas con conocimiento de causa y espíritu crítico, y obtenga de ellas todo lo que los ciudadanos tienen derecho a saber, porque sólo así podrán estos afrontar la grave situación en la que nos encontramos”.

 

El vicedecano de Relaciones Institucionales, Movilidad y Prácticas de la Facultad de Ciencias de la Información, José Antonio Ruiz San Román, recordó que hay una larguísima tradición de comunicación especializada en la Facultad. Por un lado, porque es un reto epistemológico, de investigación con otras áreas como género, infancia, salud… Y por otro, porque es además “un reto de formación para el empleo y por eso es muy interesante que la Facultad siga siendo un referente nacional e internacional”.

 

La cuarta misión

Juan Caño, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), impartió la conferencia inaugural del Congreso, recordando que la APM acaba de cumplir un siglo y cuarto de vida, y que “en este tiempo han cambiado muchas cosas, pero otras siguen vigentes y forman parte del ADN de la profesión, como son la defensa de la libertad de expresión, de información y de prensa. Cuando se apaga la libertad de información es como si se apagara una luz en nuestra casa, porque viviremos a oscuras o a tientas”.

 

Recordó Caño que el periodismo tiene tres misiones clásicas: informar, formar y entretener, a las que añadió “una cuarta, que se pone de relieve especialmente cuando se producen tragedias como guerras, catástrofes naturales o pandemias, y que no es otra que la de animar y alentar a la población, a reponerse y sobrellevar la calamidad”.

 

De acuerdo con el presidente de la APM esta función ha sido ejercida con dignidad por algunos medios durante la crisis de la COVID-19, entre ellos medios tan alejados como ¡Hola!, Vogue, The Guardian y el programa de Carlos Alsina. En todos ellos “se ha manifestado una tendencia que es el periodismo constructivo, muy cercano a esa idea de insuflar ánimos a los ciudadanos frente al hartazgo informativo de noticias negativas sobre el coronavirus y la violencia”.

 

En España, un informe de la APM ha detectado ese hartazgo de información negativa y reiterativa, haciendo que “casi la mitad de la población opine que la cobertura de la pandemia fue excesiva, dando lugar a una ciudadanía con ansia de historias edificantes para mantener la esperanza de un futuro más amable”.

 

Por supuesto esa cuarta misión del periodismo ha llegado al entorno digital, donde también han proliferado “historias positivas que permiten hacer una lectura más constructiva de la sociedad, en portales y medios tanto españoles como extranjeros”. Asegura Caño que las búsquedas en Google de buenas noticias se han disparado en nuestro país hasta alcanzar cifras históricas, y de lo que se trata ahora es de dejar atrás la premisa de que sólo las malas noticias son noticias, “porque el periodismo es como un espejo que muestra el mundo de manera empañada y que sólo muestra, o al menos lo hacen la mayoría, la parte negativa de la vida”.

 

Un ejemplo de cómo cambiar esa perspectiva podría ser un reportaje sobre las colas del hambre provocadas por la pandemia. De acuerdo con el presidente de la APM se puede enfocar desde el lado del drama humano de los que necesitan la ayuda o desde el lado de la solidaridad, metiéndonos en la cocina para descubrir las historias de los que trabajan al otro lado, para saber qué les mueve a realizar ese trabajo.

 

Caño espera que se incluya esa misión social del periodismo en los medios junto al entretenimiento, el aliento de nuestras celebraciones, la mejora de nuestras habilidades, la ampliación de nuestras mentalidades y la mejora de nuestras sociedades. Desea, por tanto, que los medios de comunicación cumplan esa cuarta misión de alentar y animar a las audiencias a ser felices y hacer felices a los demás.

 

Rafael Llano Sánchez, del Departamento de Periodismo y Nuevos Medios, asegura que ese planteamiento coincide con reflexiones hechas en la propia Facultad sobre la necesidad de “insistir en la especialización del periodismo de sociedad, porque es al final un gran cajón de contenedores donde está la inmigración, la solidaridad, las catástrofes…”. Caño reconoce al mismo tiempo que cada vez es más importante la especialización en nuestra profesión, porque antiguamente los periodistas eran todo terreno, pero ahora se requiere un conocimiento más especializado, algo con lo que también está de acuerdo Joaquín Sotelo González y apunta que ese “es un reto que hay que seguir afrontando”.

 

Anima el presidente de la APM a que “en la Facultad se forme a personas para que practiquen periodismo de personas, contextualizado en los hechos, pero que no sea un periodismo de hechos, sino de personas, y que eso esté imbuido en la mente de los alumnos desde que entran en el aula por primera vez”. Idea que comparte Llano Sánchez, quien cree que “en la tarea profesional tienen que estar más cerca de las personas y de la vida, y servirse cada vez de menos intermediarios, porque cuando se aproximan a los protagonistas reales se llega a la idea de que las buenas noticias también son noticias”.