ÁGORA
Químicas celebra San Alberto Magno mostrando su mejor “olor y sabor”
Fotografía: Francisco Rivas - 15 nov 2023 20:43 CET
Explica Antonio Echavarren, premio Rei Jaume I 2023 de Investigación Básica y Premio Nacional de Investigación 2022 “Enrique Moles”, que el “lenguaje propio” de la química dificulta que la sociedad comprenda sus espectaculares avances, por lo que “tenemos que conformarnos con transmitir el olor o el sabor de lo que hacemos sin entrar en el detalle”. Echavarren ha sido el conferenciante invitado al acto académico con el que la Facultad de Ciencias Químicas ha celebrado este 15 de noviembre el día de San Alberto Magno, patrón de las ciencias naturales, químicas y exactas. Un acto en el que como cada año la Facultad ha mostrado su mejor “olor y sabor”.
Como ya es tradición, la celebración ha incluido dos conferencias, una, a cargo de un profesor del centro, dedicada a glosar el último premio Nobel de Química y otra impartida por una personalidad de prestigio, el ya mencionado Antonio Echavarren, quien también es el actual presidente de la Real Sociedad Española de Química. Tras las conferencias se han entregado los reconocimientos a los mejores expedientes en los diferentes grados, títulos de doctorado y máster que se imparten en la Facultad. Los discursos de la decana Mayte Villalba y de la vicerrectora de Investigación, Lucía de Juan, han cerrado la celebración.
Andrés Guerrero, catedrático del Departamento de Química Física, ha sido el encargado de glosar el Premio Nobel de Química 2023, que en esta ocasión ha sido compartido por el ruso con nacionalidad estadounidense Aleksey Ekimov, el también estadounidense Louis E. Brus y el francés Moungi G. Bawendi. El profesor Guerrero ha descrito cómo los tres han aportado su conocimiento en el desarrollo de los puntos cuánticos, “puntos de encuentro -como los definió- de la química y la física en la nanoescala”, y cuyas aplicaciones están ya presentes en campos tan diferentes como, por ejemplo, las pantallas de televisión QLED o la nanomedicina.
Antonio Echavarren ha titulado su conferencia “Gimnástica molecular con oro”, en referencia a los trabajos que desarrolla en el Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ), ubicado en Tarragona, por los que está recibiendo los más importantes premios científicos de nuestro país en los dos últimos años. El profesor Echavarren destacó cómo la química en los últimos años está “rompiendo sus propias fronteras”, huyendo de la especialización y haciéndose más global. No obstante, trabajos como el suyo parten de una subdisciplina concreta, como es la química sintética, que tiene un lenguaje propio. Dado que el público en esta ocasión sí tenía los suficientes conocimientos para comprender ese lenguaje propio de la química, Echavarren ha descrito de manera concreta como el oro es utilizado en sus investigaciones como catalizador único en triples enlaces alquinos. “La química orgánica de síntesis es como la vida, muy complicada. Por eso, me conformo con que la gente se quede con que se pueden hacer cosas muy complicadas utilizando un catalizador único como es el oro”, resumió.
La parte principal del acto estuvo dedicada, como sucede cada año, a los estudiantes de la Facultad. En concreto, a los que, como señaló la decana, son capaces de llegar a la excelencia no solo con su esfuerzo personal, sino también con el de toda la Facultad, desde sus profesores, personal, compañeros y, por supuesto, sus familias. Así, se entregaron los premios a los mejores expedientes en las distintas titulaciones que imparte la Facultad. Los estudiantes reconocidos fueron: Daniel San Martín (Mejor expediente en el grado en Química 2021 y Premio Excelencia Complutense en Ciencia 2021/22); Ricardo Hortigón, Diego Martín y Raquel García (premios extraordinarios de los grados de Química, Ingeniería Química y Bioquímica del curso 2022-23); Eloy Povedano, José Luis Sánchez, Gustavo Moreno, Irene Barba, Vanesa Nozal y Cristina Benito (premios extraordinarios de Doctorado 2021/22); Carla Marcos, Óscar Javier Álvarez, Adrián Casas y Alegría Salguero (mejores expediente del grado de Química 22/23); Manuel Ocaña y Julio Ortiz (mejores expedientes del grado en Ingeniería Química); Cristina Antón e Inés de la Guía (mejores expedientes del grado en Bioquímica); Natalia Honrubia y Jouma Katati (mejores expedientes del doble grado en Química y Bioquímica); y Ana Puentes, Marcos Tierno, Laura Sanz y Ricardo Hortigón (mejores expedientes de los máster en Ciencia y Tecnología Químicas; Ingeniería Química: Ingeniería de Procesos; Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina, y del máster interuniversitario en Química Orgánica, respectivamente). Los estudiantes con mayores logros en el grado de Bioquímica y el doble grado de Química y Bioquímica, recibieron, de manos del investigador Lluis Montoliú, los Premios Campus de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular.
La decana de la Facultad, Mayte Villalba, comenzó su intervención agradeciendo a los estudiantes su esfuerzo y animándolos a sacar el máximo beneficio a todo su potencial ya sea en nuestro país o en el extranjero. Recordó la decana que este año se celebra el cincuenta aniversario de la “independencia” de Químicas, en referencia a la escisión de la hasta entonces Facultad de Ciencias en las actuales de Ciencias Biológicas, Geológicas, Físicas, Matemáticas y Químicas, y que para celebrarlo profesores jóvenes de la Facultad están realizando una serie de entrevistas a profesores, hoy ya jubilados, que vivieron aquellos años. La decana cerró su intervención señalando algunos puntos de mejora de la Facultad. Subrayó, en primer lugar, la necesidad de atraer talento investigador experto en líneas de vanguardia que favorezca la captación de recursos. También considera urgente acometer las inversiones necesarias tanto materiales como en personal, para lo que reclamó una “gestión más eficiente”.
La vicerrectora de Investigación, Lucía de Juan, cerró el acto con unas palabras en las que destacó el liderazgo en investigación e innovación de la Facultad de Químicas, como demuestra el hecho de ser la Facultad que más recursos capta en las convocatorias de los planes nacionales de investigación; el espíritu colaborativo, multidisciplinar y transversal de sus 36 grupos de investigación o la apuesta por modernas instalaciones como el futuro Laboratorio de Bioseguridad de Nivel II.