ÁGORA

La decana de Ciencias Químicas, Mayte Villalba, y Mariano Barbacid

Químicas rinde tributo a Mariano Barbacid

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 20 ene 2023 11:09 CET

La longeva carrera como investigador del bioquímico Mariano Barbacid comenzó en la Universidad Complutense, donde realizó la carrera y el doctorado en Ciencias Químicas. De ahí que esta Facultad se haya convertido en el sitio ideal para rendirle un homenaje, que ha incluido una mesa redonda con el propio Barbacid y la proyección del documental El camino inverso, dirigido por José Antonio Pérez Ledo, y producido por la Fundación Hermanos Álvarez Quirós y por la productora K2000 de Mediapro. Al bioquímico le acompañaron la decana de la Facultad, Mayte Villalba; la presidenta de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), Isabel Varela, y el investigador Lluis Montoliu, secretario científico de la SEBBM.

 

De acuerdo con Barbacid, y con el resto de los participantes en la mesa redonda, “la ciencia es barata, pero que sea relevante para un país es una cuestión de voluntad política”. Recordó el bioquímico cuando le llamaron a finales de los años noventa para poner en marcha, desde cero, el CNIO. Aseguró, con una cierta sorna, que no había planes estratégicos ni presupuestos y ni siquiera la posibilidad de que él pidiera proyectos porque no estaba contratado todavía en nuestro país, ya que estaba trabajando en Estados Unidos.

 

A pesar de eso, el proyecto salió bien y hoy en día el CNIO sigue siendo uno de los centros investigadores españoles de referencia. En eso ha ayudado una de las exigencias que puso Barbacid para su creación, que fue que ellos gestionasen el presupuesto, algo que en los últimos años se está perdiendo y ahora mismo no tienen capacidad de sacar nuevas plazas ni de aumentar la masa salarial a técnicos que llevan ya diez años trabajando allí. Asegura Barbacid que en la parte burocrática están ahora “peor que hace veinte años, se podría decir que la burocracia es un cáncer metastásico”. Algo sobre lo que también se quejó Mayte Villalba, quien considera que incluso en la universidad “el papeleo es excesivo y nos impide trabajar de manera razonable y lleva a desmoralizar a algunos investigadores”.

 

El homenajeado también ha sido muy crítico con la cultura científica de la sociedad española, y opina que el nuestro es un país más enfocado a las humanidades, donde es vergonzoso no saber quién es Lope de Vega, pero nadie se avergüenza por no saber qué es la mitosis o el ribosoma. La presidenta de la SBBM apostilla que ella pensó que esto iba a cambiar con la COVID-19, cuando “veías a la gente explicando que es una PCR y hablando de retrovirus y tests de antígenos”. Para Barbacid aquello fue sólo una cosa coyuntural y considera que hacen falta muchos años para que la ciencia sea un tema relevante en nuestro país, cree que “vamos por el buen camino, pero queda mucho por hacer”.

 

La escasa financiación es otro tema en el que coincidieron todos los participantes en la mesa redonda, así como los asistentes que llenaron el salón de actos. Barbacid advirtió de que nuestro país se está quedando sin industrias farmacéuticas, que se están yendo a Estados Unidos, al igual que ocurre con las empresas biotecnológicas y con el desarrollo de todo tipo de productos.

 

Puso como ejemplo Barbacid las vacunas españolas contra la COVID-19, que se han quedado atascadas en el desarrollo clínico, porque contaban con unos escasos 700.000 euros para todo el proceso y ese es un presupuesto insuficiente y ridículo comparado con el de las empresas que al final consiguieron diseñar vacunas eficaces.

 

En cuanto al uso de animales en experimentación, tanto Montoliu como Barbacid y Varela consideran que siguen siendo imprescindibles en investigación, a pesar de que en Estados Unidos la FDA acaba de aprobar que los nuevos medicamentos ya no tendrán que testarse en animales de manera obligatoria antes de pasar a los ensayos en humanos.

 

Para el final del acto, los participantes dejaron abierta la puerta a la esperanza, y sobre todo a la ilusión de participar en la investigación, “una profesión internacional con la que puedes trabajar en cualquier parte del mundo”, como asegura Isabel Varela.

 

Mayte Villalba entregó a los tres participantes en la mesa redonda el regalo institucional de la Facultad que se ha realizado en el Taller de Vidrio.