IGUALES
Son necesarias más mujeres en los puestos directivos de las empresas
Fotografía: Francisco Rivas - 11 mar 2022 11:15 CET
La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales ha organizado este 10 de marzo, dentro de sus actividades de la Semana de la Mujer, el coloquio “Mujeres Directivas. Visión del liderazgo femenino en las organizaciones”. Moderadas por la periodista Gloria Lomana, presidenta de 50&50 Gender Leadership Advisory, el acto ha reunido a Silvia Roldán, actual consejera delegada de Metro Madrid; Olga Rojo, vicepresidenta del Grupo Shiseido España; Eva Ivars, CEO Alain Afflelou España y Begoña Gómez, directora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social de la UCM y también del Africa Center del IE Foundation. Un mensaje por encima del resto: son necesarias más mujeres en los puestos directivos de las empresas; la sociedad y las propias empresas lo agradecerán.
El decano Carlos Rivero, tras mostrar su solidaridad y apoyo al pueblo ucraniano –“No hay nada más contrario al espíritu universitario y sus valores que la violencia y la guerra”- deja claro el objetivo de debates como este: contribuir hacia una igualdad efectiva de género. Gloria Lomana insiste: “Es necesario construir un mundo 50-50”. Quien fuera jefa de las Noticias de Antena 3 ahora trabaja en dar a conocer historias de éxito de mujeres y, sobre todo, a contribuir en la formación de las mujeres del mañana, las denominadas “chicas imparables". Como afirma, aunque las actuales generaciones ya han nacido con la igualdad como bandera, “aún hay mucho por hacer”.
Begoña Gómez, directora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social de la UCM, aporta la visión más estratégica de la sesión. Explica que las empresas fueron creadas y diseñadas por los hombres y que la llegada de mujeres a los puestos de dirección está permitiendo iniciar un proceso de transformación que debe culminar en un nuevo modelo de empresa, con tres grandes ejes: el retorno social y medioambiental y la perspectiva de género. Esta se debe desarrollar “de arriba abajo y de izquierda a derecha, de manera transversal”. Las mujeres deben estar presentes en todas las áreas de la empresa.
A petición de la moderadora, las otras tres participantes en la mesa, directivas del máximo nivel en grandes empresas y multinacionales, cuentan en primera persona sus trayectorias. Lomana advierte que la intención no es “victimizamos, solo evidenciar que nos cuesta más. Y eso que España es referente en temas de igualdad. En otros países, incluso en muchos de Europa, están mucho peor”.
Silvia Roldán, la actual responsable de Metro Madrid -la primera en ocupar ese puesto- e ingeniera industrial de formación, confiesa que el hecho de ser mujer nunca la condicionó su futuro -aunque su padre “me miraba raro” cuando le contó lo que quería estudiar. Aunque confiesa nunca haberse sentido discriminada en sectores muy masculinizados, sí es consciente de que ha tenido que trabajar y esforzarse como pocos para ir abriéndose camino. Cree que su ejemplo no debe ser una excepción y, de hecho, considera que hay “muchas mujeres muy preparadas para ocupar puestos de liderazgo. Estamos tremendamente preparadas y podemos cambiar el mundo. No podemos perder el talento del 50 por ciento de la humanidad”.
La vicepresidenta del Grupo Shiseido España, Olga Rojo, antes de entrar en esta multinacional cosmética japonesa, trabajó en una empresa alemana del ámbito de la logística. Pese a ser un ámbito muy masculino, tampoco se sintió discriminada ni minusvalorada. “El miedo estaba más en mí misma, aunque más por juventud que por mujer. Tuve que vencer mi inseguridad con más esfuerzo y preparación. Ha sido un trabajo y un esfuerzo de día a día”. Rojo considera que las empresas valoran la responsabilidad, el compromiso y la actitud.
Eva Ivars, actual CEO de Alain Afflelou España, procede de una familia humilde. Su madre, que solo pudo estudiar hasta los doce años, le inculcó desde bien pequeña que “la llave de tu libertad es la educación” Aquella frase le hizo salir de su Denia natal y dirigirse a Madrid para estudiar en la Facultad de Ciencias de la Información en la Complutense, y quizá también ser capaz de asumir sacrificios personales y familiares para sacar adelante su carrera profesional. Comenzó a trabajar en la óptica francesa y de domingo a miércoles residía en París, dejando a sus niñas pequeñas en Madrid. Frases como “Estás poniendo en peligro la familia” o preguntas que salían de ella misma, “¿Merece esto la pena?”, le plantearon un dilema casi existencial. La solución la encontró mirando a sus hijas: “Tengo que ser un ejemplo para mis hijas”. De aquella mujer que volvía a su casa los miércoles pidiendo perdón se pasó a otra que llegaba orgullosa de sí misma, sentimiento que se fue también transmitiendo a sus pequeñas.
Ejemplos como el de Eva Ivars, Olga Rojo o Silvia Roldán son, según destacan ellas mismas y las propias Carmen Lomana y Begoña Gómez, muy necesarios de dar a conocer. Hacen falta más modelos de liderazgo femenino. En las 35 empresas del IBEX solo hay dos presidentas y una CEO. Son necesarios más espejos y referentes para que se miren no solo las mujeres, sino también los hombres. A ellas les ayudará, entre otras muchas cosas, a romper con “esos sesgos que traemos de serie”, en palabras de Eva Ivars. A ellos a comprometerse, a darse cuenta de que la diversidad ayuda a todos, y de que, como recuerda Begoña Gómez, “los derechos que conseguimos las mujeres son para las personas. Son derechos para todos”.