ÁGORA
Su nuevo TAC sitúa al Hospital Clínico Veterinario de la UCM como referente internacional en docencia, clínica e investigación
Texto: Alberto Martín, Fotografía: Francisco Rivas - 26 jun 2024 18:47 CET
El Hospital Clínico Veterinario (HCV) de la Universidad Complutense ha presentado este 26 de junio su nuevo TAC, uno de los más avanzados de Europa, que va a permitir dar un salto exponencial y situar al Hospital como centro de referencia nacional e internacional tanto en el diagnóstico clínico de animales de cualquier tamaño, como en docencia e investigación. El acto ha contado con la presencia del rector complutense, Joaquín Goyache, la vicerrectora de Investigación y Transferencia, Lucía de Juan; la decana de la Facultad de Veterinaria, Consuelo Serrés; la directora del HCV, Dolores Pérez; la directora del Departamento de Medicina y Cirugía Animal, Laura Peña, e Isabel García y Gabriel Manso, profesores de la Facultad y responsables del Servicio de Diagnóstico por Imagen del HCV.
El nuevo TAC, como destacaron todas las autoridades académicas, ha supuesto un gran esfuerzo económico que va a tener un retorno seguro, ya que se ha sabido convertir una necesidad -el HCV no disponía de TAC propio, lo que le hacía estar en contacto permanente con otros centros, en especial con el Centro Militar de Veterinaria de la Defensa- en una oportunidad. “Es muy bueno para la Universidad, tanto para sus estudiantes, sus profesores y la propia institución, ya que nos va a permitir mejorar en nuestros tres pilares: el servicio a la sociedad, la investigación y la formación”, subrayó el rector Goyache.
Como explicó la profesora Isabel García, en efecto, la incidencia de este nuevo equipamiento en las tres principales actividades del Hospital -docencia, clínica e investigación- va a ser muy sobresaliente. En la parte clínica, según destacó, va a permitir trabajar con imágenes de altísima resolución de animales de todos los tamaños, desde los muy pequeños hasta los de gran tamaño, como los caballos.
Desde el punto de vista docente, el TAC permitirá que los estudiantes -que hasta ahora recibían su formación en este área a través de imágenes de TAC ya realizados y de la visita que realizaban al Centro Militar de Veterinaria de la Defensa- conozcan el funcionamiento de este equipamiento en primera persona. Además, según destacó la profesora García- “va a ser una herramienta docente maravillosa”, que permitirá, por ejemplo, “realizar impresiones 3D, esculturas anatómicas o incluso entrar en el mundo de la realidad virtual”.
Para la investigación el nuevo TAC va a suponer un antes y un después. Como explicaron la propia profesora Isabel García y la vicerrectora Lucía de Juan, el Servicio de Diagnóstico por Imagen del HCV forma parte del ICTS BioImaC (Bioimagen Complutense), que, a su vez, es uno de los cuatro nodos de la red nacional REDIB (Red distribuida de Imagen Biomédica). Muchos grupos de investigación de toda España y también internacionales ya han mostrado su interés en trabajar con el nuevo equipo. Incluso, como señaló la profesora García, durante el periodo de pruebas utilizado para ajustar el nuevo equipo, ya se ha trabajado con un fósil de un diente de sable, distintos fósiles del Museo de Ciencias Naturales, y materiales procedentes de los departamentos complutenses de Anatomía y de Antropología Física.
El profesor Gabriel Manso fue el encargado de explicar los aspectos más técnicos del nuevo equipamiento. “Nos va a permitir hacer cosas que no soñaríamos hasta ahora. Es un equipo muy versátil, tanto para investigación como para clínica. Sus características son únicas. A nivel veterinario no existe otro igual. Solo hay otro más alto de gama en cuanto a su resolución, pero que solo instalado en dos países en Europa, pero como este no lo hay en toda España, sí en humana, pero no en veterinaria”, aseguró.
La principal particularidad de este equipo desarrollado por Canon es que hace 160 cortes por rotación, “lo cual nos permite escanear con un margen bastante amplio en cortos tiempos, lo que es fundamental a nivel de investigación, sobre todo en cardiología, que es una de las fortalezas de este equipo, que nos permite estudiar el corazón en 4D a tiempo real, lo que es algo bastante puntero”, explicó el profesor Manso.
Otra característica del TAC es que tiene un tanque (agujero) muy amplio, de 90 cm., por los 70 cm. que suelen tener los TAC de uso veterinario y humano. “Esto a nivel de grandes animales es fundamental y nos permite, por ejemplo, hacer algo que hace unos años nunca soñaríamos, como es hacer un TAC de una cadera de caballo, de lumbares, de partes del tórax, de cualquier parte de las extremidades... Nos coloca no solo a nivel nacional, sino internacional, como un centro de referencia”.
Por último, la otra gran característica diferencial del TAC del HCV-UCM es la adaptación que se ha realizado en la sala en la que está instalado, dotándola de un foso, que permite que el equipo descienda por una plataforma hasta dar cabida a animales de gran tamaño. Además, el TAC complutense tiene la particularidad de que es la máquina la que se mueve en lugar de la mesa, como es lo habitual. Estas dos adaptaciones, según explicó el profesor Manso, permiten, por ejemplo, realizar un TAC a un caballo sin necesidad de anestesiarlo.