CULTURA

Algunos de los artistas del proyecto "Suelo", en la Facultad de Bellas Artes de la UCM

“Suelo”, un proyecto artístico surgido de la pandemia

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 12 ene 2024 11:36 CET

En plena pandemia, un grupo de artistas de diferentes universidades, reunidos a través de Internet, se plantearon qué podían hacer en ese momento para seguir trabajando su creatividad y no dejarse llevar por la desolación. El tema sobre el que decidieron trabajar fue el "Suelo", en cualquiera de sus acepciones y motivaciones. De aquella iniciativa surgió un libro de artista, con el mismo título, en el que participaron tanto artistas como docentes de la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Antonio de Nebrija y la Universidad Complutense de Madrid. El proyecto se ha convertido también en una muestra homónima, que se ha podido ver en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, comisariada por el profesor complutense Javier Mañero y por Marta Linaza, profesora de la Rey Juan Carlos.

 

A modo de clausura de la muestra, una representación de artistas se ha reunido en la Trasera, de la Facultad de Bellas Artes, para hablar del sentido de su obra y de lo que supuso para ellos ponerse a trabajar en tiempos de pandemia. Una idea general que ha sobrevolado las opiniones de todos ellos ha sido la de que les sirvió para aprovechar ese tiempo que tenían, sin prisas ni obligaciones, para concentrarse en su obra, en su propio mundo, creando una idea identitaria del suelo.

 

En algunos casos esto se refleja en paseos o intervenciones en diferentes municipios, como en el caso de la propia Marta Linaza, caminando por Segovia; de Lucía Loren, profesora de la Universidad Antonio de Nebrija, interviniendo de diferentes maneras en Montejo de la Sierra, o de Mónica Martínez-Bordiu, doctoranda de la UCM, que ha simplificado el paisaje, fragmentándolo en una grama reducida de colores, y en tres únicos elementos: vegetales, agua y rocas.

 

En otras artistas ha supuesto una liberación más espiritual, aunque inspirada en libros, como el científico El subsuelo, de David W. Wolfe, presente de alguna manera en las hipnóticas piezas de Ana Balboa, realizadas con moldes en 3D de huesos de pollo imitando dendritas; o como ese horizonte entre la vida y la muerte, que se puede ver en las obras de Emma García-Castellano, ambas profesoras de la Rey Juan Carlos. También Beatriz Quintana Ruiz ha encontrado la inspiración entre los paseos y la literatura, en su caso entre la Tramontana balear y los textos de Walter Benjamin, cuando el escritor se estableció allí en los años treinta del pasado siglo.

 

De la misma universidad, María Jesús Abad comenzó también con una intervención física sobre el terreno, plantando cebollas, pero luego dejó volar su imaginación, “como una niña pequeña”, y pensó en un ojo que iba viajando por debajo de la tierra hasta salir por encima para contemplar las estrellas y los pájaros. Considera la artista que “el suelo es el límite entre dos mundos, la piel que separa la tierra del cielo”, y a partir de ese concepto creó sus obras, con una gran carga mágica.

 

Para el complutense Javier Mañero, el suelo es algo más material, más cotidiano, pero también identitario, en concreto es el solado de su propio taller. Reconoce que antes lo maltrataba y lo tenía todo lleno de óleo y apenas se veía esa “belleza de terracota roja y amarilla principios del siglo XX”, así que aprovechó los tiempos disruptivos de la pandemia para limpiarlo, descubrirlo y de paso para pensar en la idea de una espiral por la que pasear, porque “¿qué artista no ha pensado en hacer una espiral al menos una vez en su vida?”, bromea Mañero.

 

La escultora y gestora cultural, Beatriz Blanch, aporta a la exposición una serie de dibujos que acompañan a la poesía El suelo que piso: “El suelo que piso/ a veces cielo,/ a veces tierra,/ a veces imaginación./El suelo está/ pero a veces desaparece/ y hay que buscar,/ volver a cartografiar/ aterrizar y enraizar”.

 

Ahora, la exposición tiene la intención de hacerse itinerante, o al menos así lo asegura Roberto Ramos de León, otro de los artistas implicados, representante del CDAN (Centro de Arte y Naturaleza), de Huesca, que de acuerdo con Linaza y Mañero es el centro de referencia para estas materias en toda España.