ÁGORA

María Olivera, Carlos Rivero, Francisca Blasco y Consuelo Serres

Toma de posesión de las decanas de Veterinaria, Comercio y Turismo y Documentación y del decano de Económicas y Empresariales

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Francisco Rivas - 17 ene 2024 15:43 CET

Este 17 de enero han tomado posesión en el salón de actos de la Facultad de Odontología, las tres decanas y el decano elegidos en las elecciones que se celebraron el pasado mes de noviembre en sus respectivas Facultades. Tres renuevan sus mandatos para los próximos seis años: María Consolación Serres Dalmau, en Veterinaria; Carlos Rivero Rodríguez, en Ciencias Económicas y Empresariales, y María Francisca Blasco López, en Comercio y Turismo. María Olivera Zaldúa toma posesión como nueva decana de la Facultad de Ciencias de la Documentación, donde sucede a José Luis Gonzalo Sánchez-Molero, tras ocho años en el cargo.

 

Precisamente fue el decano saliente, José Luis Gonzalo Sánchez-Molero, el primero en intervenir, tras las preceptivas tomas de posesión de las decanas y el decano entrantes. Lo hizo destacando el beneficio personal e “incluso sentimental” de esta experiencia de 8 años al frente de la Facultad de Ciencias de la Documentación, y agradeciendo a todos cuantos forman parte del centro, y en especial a sus equipos decanales y a su familia, el apoyo recibido. A su sucesora en el cargo, de quien destacó su juventud y, a la vez experiencia que ya atesora, le deseó la mejor de las suertes: “Todos somos contingentes, pero tú eres necesaria”.

 

Los estudiantes, nuestra responsabilidad

La reelegida decana de la Facultad de Veterinaria comenzó agradeciendo a la Junta de su Facultad la confianza que de nuevo han depositado en ella para encabezar “la gran familia veterinaria que somos” y más aún en momentos tan importantes como el actual, cuando la Facultad debe renovar su sello europeo o llevar a cabo la reconstrucción de uno de sus edificios, entre otros retos. Serres Dalmau no quiso olvidar en sus breves palabras a los estudiantes, que son “el corazón de la universidad, el futuro de la sociedad y nuestra responsabilidad”. Para estar a la altura, la Facultad, como señaló su decana, debe estar en las mejores condiciones y para ello precisa, una vez más, del apoyo del Rectorado.

 

Falta de reconocimiento

Carlos Rivero Rodríguez, el reelegido decano de la Facultad de Económicas y Empresariales, además de agradecer a su equipo y a toda la Facultad, su apoyo, reflexionó sobre la compleja y poco reconocida labor que llevan a cabo los decanos y, en general, la gestión universitaria. En su opinión, no es correcto que la gestión continúe considerándose un complemento de la tarea del profesor, cuando en realidad es una actividad a tiempo completo, “que debería ser un paréntesis en nuestra actividad docente e investigadora”. De acuerdo con Rivero Rodríguez, los decanos dedican más del 100 por cien de su tiempo a la gestión, ya que superan con mucho su horario laboral, extendiéndolo, “como se dice ahora en 24/7”. Y el reconocimiento que reciben es “ínfimo”: apenas tienen descarga docente, ninguna en su actividad investigadora, y el complemento económico no llega ni “a la mitad del salario mínimo interprofesional. “¿Por qué me vuelvo a presentar?”, se preguntó. “La causa, además de porque te guste más o menos la gestión, esté un poco loco o por el amor al servicio público, la he encontrado en la gente, en la gente con la que te rodeas cuando eres decano, el equipo interno y también compañeros de fuera de la Facultad. Al final, lo haces a gusto y con gente con la que estás a gusto”, concluyó.

 

La Facultad de las personas

La decana de Comercio y Turismo, María Francisca Blasco López, también destacó las dificultades especiales que han tenido que sobrellevar quienes han estado al frente de las facultades y de la Universidad estos últimos años. Pero el resultado ha merecido la pena tanto a nivel personal, con una “valiosa experiencia adquirida”, como profesional, siendo capaz de ayudar a progresar su Facultad, junto al resto de personas que la componen y, en especial a su equipo. “La Facultad no es un conjunto de espacios, sino de las personas que lo conformamos y la hacemos mejorar a través de nuestro compromiso diario con ella”, señaló. Blasco López de mostró satisfecha de lo logrado en estos últimos cuatro años, y en especial de hitos como las consecuciones de la norma de calidad ISO 9001 y la Q de calidad turística para el centro, su inclusión entre las 75 mejores facultades de Turismo del mundo en el último Ranking de Shangai, así como del desarrollo de la investigación, con la consolidación de programas de doctorado que pronto tendrán el colofón de la lectura de la primera tesis doctoral en Turismo. “Ahora tenemos mucho más trabajo por delante, pero os animo a que sigamos creyendo en el proyecto e involucrados todos juntos”.

 

De estudiante a decana

María Olivera Zaldúa , nueva decana de la Facultad de Ciencias de la Documentación, primera mujer que ocupa el puesto en la historia del centro, agradeció al decano saliente, de cuyo equipo formó parte, el trabajo realizado y la confianza puesta en ella. Recordó que llega al Decanato tras estudiar en sus aulas primero y ser profesora después, convencida de que esta doble experiencia, además de sus años ya dedicados a la gestión, la ayudarán en su nueva tarea. Por último, además de a su familia y a sus compañeros en el anterior equipo, la nueva decana quiso subrayar su agradecimiento a Gloria Conde, la gerente de la Facultad, y al profesor Juan Miguel Sánchez Vigil, su maestro.  

 

“Diarrea legislativa”

El rector Joaquín Goyache cerró el acto felicitando a las tres decanas y al decano por su elección, y a José Luis Gonzalo por sus ocho años de trabajo y por su amistad. También aprovechó para, siguiendo la reflexión de Carlos Rivero, reivindicar la figura de los decanos y las decanas, quien desempeñan “un gran trabajo y asumen unas responsabilidades excesivas”. Goyache no quiso dejar pasar la ocasión para alertar de los difíciles momentos que van a atravesar las universidades públicas los próximos años, no solo por una financiación insuficiente, sino también por una “verdadera “diarrea” legislativa que “no solo no logra que las universidades públicas sean mejores, sino que dificultan que crezcamos y demos las respuestas que nos exige la sociedad”  El rector criticó que los reales decretos que están desarrollando la LOSU se hayan hecho sin consultar a las universidades y nos impiden realizar nuestra labor adecuadamente. “Solo pido que a nuestros gobernantes que de una vez cuenten con las universidades públicas”, concluyó.