INVESTIGACIÓN

Cartel del reto de desintoxicación digital

15 de febrero, el reto de un día sin móvil para la comunidad complutense

Texto: Jaime Fernández - 7 feb 2024 11:33 CET

La nomofobia, que hoy en día padecemos todos en un grado u otro, se define como el miedo irracional a estar sin el móvil. Los profesores Santiago Batista Toledo y Diana Gavilán, del Departamento de Marketing, plantean, para el día 15 de febrero, el reto de que la comunidad complutense, especialmente los estudiantes, pase un día sin móvil. Este desafío forma parte de su proyecto “El reto de la desintoxicación digital en los universitarios (UNI-DIGI-DETOX)”, perteneciente a la convocatoria de proyectos ApS 2023-2024 de la UCM. Con ello buscan, entre otros objetivos, obtener una base sólida de datos para “trabajos de fin de grado, investigación académica y divulgación, contribuyendo así al conocimiento general sobre los procesos de desintoxicación digital”.

 

El profesor Santiago Batista explica que cuando él y Diana Gavilán se plantearon presentarse a la convocatoria de proyectos ApS, vieron “la tendencia de los estudiantes al uso excesivo del móvil en las clases e incluso por la calle, a lo que se unió que la profesora Gavilán ya había escrito un capítulo de un libro sobre la nomofobia”.

 

Dentro del proyecto, que quiere abordar “ese creciente problema de la nomofobia y el uso excesivo de la tecnología móvil entre los jóvenes de la generación Z, en particular entre los universitarios, se busca educar y sensibilizar sobre las consecuencias del uso no ponderado de la tecnología móvil, enfatizando su impacto en el bienestar físico, psicológico y la productividad de los individuos”.

 

Batista asegura que se ha querido que los estudiantes se involucren en el proyecto, y para ello, en las clases, tanto de los dos responsables como de otros profesores involucrados, se ha generado un debate sobre los diferentes usos que hacen del móvil, sobre todo para que sean conscientes de ese uso. A partir de ahí, “los estudiantes de asignaturas de marketing han aprendido a desarrollar estrategias digitales que promuevan un compromiso equilibrado y responsable con los contenidos en línea, y este aprendizaje implica la aplicación de los conocimientos para diseñar métodos que ellos mismos puedan utilizar para moderar su uso del móvil”.

 

También con los estudiantes se ha desarrollado un plan de comunicación para fomentar el reto que se quiere llevar a cabo el 15 de febrero en la Universidad Complutense, como un primer paso para la desintoxicación del teléfono móvil. En las facultades de Ciencias de la Información y Ciencias Económicas y Empresariales, los días 12, 13 y 14 de febrero se van a colocar una serie de puestos informativos para apuntarse al reto de manera presencial, donde entregarán una pulsera a todos aquellos que se inscriban, pero también se puede hacer con el QR que ilustra esta información o en este link.

 

Batista confía en que haya mucha gente a la que le pueda parecer interesante el reto, que lo asuma casi como un juego para probar qué pasa, “porque no se va a acabar el mundo y al día siguiente va a poder utilizar el móvil como quiera. Es como uno de esos propósitos de año nuevo que todos nos marcamos y que puede ser el comienzo de un nuevo reto”.

 

Más allá de la propia concienciación que pueda llegar a tener el desarrollo del proyecto, los participantes tendrán que rellenar una encuesta después del día sin móvil, sobre temas como la productividad y la salud mental, y “se espera que con esos datos se pueda sacar un estudio o un informe, y también pueda establecer una línea en el Departamento de Marketing para elaborar TFG y TFM, de tal manera que los estudiantes interesados puedan usar esos datos en sus propias investigaciones”. Es consciente Batista de que el asunto de la nomofobia y la desintoxicación digital es un tema candente, pero “muchas veces cuesta conseguir buenos datos, así que esta puede ser una buena vía para los investigadores, contando ya con datos, que suele ser la parte más engorrosa del proceso investigador”.

 

Aunque el proyecto está dirigido fundamentalmente a estudiantes, Batista anima al resto de miembros de la universidad complutense a que participen en el reto, “porque es bueno tomar conciencia del uso que hacemos del móvil, dejándolo un poco de lado para hacer cosas más presenciales, sin depender tanto de la tecnología”.