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Rosa Ana Santolaria Gómez, en el curso de verano de la UCM “Adicciones sin sustancia: investigación y estrategias de intervención”

La FEJAR alerta sobre una adicción por los juegos cada vez más temprana

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 14 jul 2025 15:46 CET

Rosa Ana Santolaria Gómez, psicóloga responsable del servicio de Terapia en Línea de la FEJAR (Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados), ha impartido la conferencia inaugural del curso de verano de la UCM “Adicciones sin sustancia: investigación y estrategias de intervención”. La propia Santolaria Gómez ha explicado que este tipo de adicciones comportamentales son aquellas en las que no existe el consumo de ninguna sustancia química. De momento, están ya reconocidas la adicción al juego y a los videojuegos, y cada vez hay más evidencias de que existen adicciones a las redes sociales, a las compras on line y al sexo y la pornografía. Todas tienen un factor en común: cada vez comienzan antes.

 

Ha recordado Rosa Ana Santolaria Gómez que el juego que implica desembolso económico se legalizó en España en 1977, en los ochenta surgieron las primeras terapias contra la ludopatía y en 1991 se reunieron diferentes asociaciones en la FEJAR. Desde aquellos años hasta ahora todo ha cambiado mucho, porque si entonces era necesario acudir a un sitio de juego de manera presencial, ahora “prácticamente todo el mundo llevamos un casino en el bolsillo al que podemos acceder las veinticuatro horas del día”.

 

Eso ha hecho que se hayan creado nuevos perfiles vulnerables entre los que destacan los menores, los jóvenes, las mujeres y los migrantes. De acuerdo con la conferenciante, en España, los menores no tienen permitido jugar, pero lo hacen suplantando la identidad, fundamentalmente de parientes. En varios estudios se desvela que el 9,3% de menores de 12 y 13 años han jugado on line y que más de un 12% lo han hecho presencialmente.

 

El gasto medio de estos juegos es de 6 euros, pero hay un 2,4% de menores y jóvenes que se han gastado más de 300 euros en un día, cuando se trata de juego presencial, porcentaje que se dispara hasta casi un 7% en el juego on line.

 

Un indicador de que la adicción al juego comienza antes es que las terapias suelen empezar con 18 años, lo que informa de un inicio muy temprano en el juego. A veces señala una adicción muy rápida, que acaba con todos los ahorros que tenía la familia guardados en cuentas bancarias que se desbloquean a los 18 años, y que los jóvenes dilapidan en pocos meses.

 

Las mujeres, que se han convertido en grandes jugadoras, superando, por ejemplo, en videojuegos a los hombres (con un 50,49%), tienen que sufrir, de acuerdo con la conferenciante un doble estigma. Por un lado, el de ser adictas y por otro el de ser mujer, lo que se ve con desprecio en el mundo del juego, y que hace que las mujeres oculten su problema. De hecho, sólo el 10% de las personas que están en tratamiento son mujeres y todas llegan muy medicalizadas por parte de los diferentes servicios de salud.

 

En cuanto a los videojuegos, el principal problema es el tiempo que se dedica a los mismos, ya que entre los 11 y los 18 años un 2,4% de los menores juegan más de ocho horas al día, lo que implica faltar al colegio o jugar por las noches. Entre los mayores de 18, ese porcentaje aumenta hasta el 3,4%.

 

Según los datos de la Asociación Española de Videojuegos, en 2024 se facturaron 2.408 millones de euros, en una industria creciente, como lo demuestra que casi la mitad de la población del país haya jugado a un videojuego en algún momento.

 

Santolaria Gómez ha recordado que los padres deben prestar atención a los códigos PEGI y comprender que a veces se quedan cortos, “porque juegos que parecen inofensivos, como los de fútbol, pueden ser la puerta de entrada a las apuestas”.