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Videoconferencia de Ana María Maiques Valls en el curso “Neurotecnología en Madrid: Ciencia, clínica y emprendimiento”

La neurotecnología española ya cuenta con el talento, ahora necesita visibilizar sus logros

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Francisco Rivas - 17 jul 2025 16:02 CET

El curso de verano de la UCM “Neurotecnología en Madrid: Ciencia, clínica y emprendimiento” ha puesto sobre la mesa el avance de esta disciplina científica en dicha comunidad autónoma, y por extensión en toda España. El director del curso, Rafael Yuste, es también el director de Spain Neurotech, el Centro Nacional de Neurotecnología, que es uno de los cinco centros del mundo especializados en esta disciplina, lo que lo ha convertido en un centro pionero en Europa para el desarrollo de herramientas tecnológicas basadas en los fundamentos del cerebro humano. En el curso han invitado a expertos de todo el mundo que trabajan con estas tecnologías, y también a aquellos como Ana María Maiques Valls, CEO de Neuroelectronics, que las desarrollan y las comercializan por todo el mundo.

 

De acuerdo con la propia Ana María Maiques, con el director del curso, Rafael Yuste, y con otros ponentes como José Carmena, codirector del Center for Neural Engineering and Prosthese, de la Universidad de California Berkeley – San Francisco, en España hay muchísimo talento, creatividad, eficacia e ingenio capaz de desarrollar tecnologías novedosas con pocos recursos.

 

La CEO de Neuroelectronics, en su intervención por videoconferencia desde Barcelona, ha destacado que lo que falla en nuestro país es “dar visibilidad a lo que hacemos en los foros correctos”, y confía en que Spain Neurotech pueda ser “la semilla sobre la que crezca nuestra reputación internacional en neurotecnología”.

 

La empresa de Maiques abrió una sucursal en Boston, en el convencimiento de que en Estados Unidos les gusta más arriesgar que en Europa y en que, por tanto, es más fácil conseguir fondos para llevar a cabo sus ideas. Algo que ha visto que es real, aunque también se ha tenido que enfrentar a algunos inconvenientes, como una competitividad mucho mayor que la que existe en España.

 

Otra de las diferencias entre España y Estados Unidos, es que en este último país el ritmo de reclutamiento para pacientes en ensayos clínicos en fase III, donde se evalúa su eficacia y seguridad en grupos de pacientes que pueden llegar a las 3.000 personas, es muy lento. Por eso el trabajo que están haciendo con pacientes con epilepsia, de entre 9 y 56 años, lo han diversificado en hospitales de cuatro países, siendo España donde se pueden montar estos ensayos de manera más rápida e impecable.

 

Rafael Yuste coincide con esa apreciación y ha puesto dos ejemplos, por un lado, una cohorte de 50.000 personas que hay en Cantabria, para seguimientos de todo tipo, y el estudio que ha realizado el Banco Santander con miles de empleados y que ha descubierto bacterias del intestino que generan una molécula que causa aterosclerosis. “Un estudio que en Estados Unidos habría sido mucho más complicado de hacer”, reconoce Yuste.

 

Ana María Maiques Valls, cuya empresa tiene capacidad para fabricar hasta 8.000 gorros con los que hacer, de manera no invasiva, electroencefalogramas y buscar biomarcadores de forma temprana de enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la depresión, ha recomendado “pensar a lo grande, porque lo que queremos es tener un impacto global, y poder atender a personas allá donde quiera que estén, sin importar las fronteras”.

 

De momento, su dispositivo ha demostrado ser capaz de reducir las crisis epilépticas hasta en un 44% en aquellos pacientes que no responden a los fármacos y ahora falta la confirmación con el ensayo que se está llevando a cabo y del que habrá resultados a mediados del año 2026.

 

Unos meses antes, quizás a finales de 2025, se espera que esté ya inaugurado el Centro de Neurociencia Cognitiva y Computacional (C3N) de la UCM, según informa su propio director, el catedrático Fernando Maestú, un gran partidario de técnicas no invasivas, con las que se puedan hacer incluso estimulaciones cerebrales. Con la inauguración de este centro se espera aumentar todavía más la relevancia de la neurotecnología en la Comunidad de Madrid.