INVESTIGACIÓN

La bioquímica Marina Benito Vicente trabaja con el nuevo equipo de imágenes de resonancia magnética de 9,4 teslas

BioImaC moderniza instalaciones e instrumental para mantenerse a la vanguardia científica

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 24 oct 2025 10:18 CET

En el año 2017 Bioimagen Complutense (BioImaC) se incorporó como uno de los cuatro nodos que conforman ReDIB, la Red Distribuida de Imagen Biomédica. ReDIB forma parte del mapa nacional de ICTS (Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares)  del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, proporciona servicios avanzados en imagen biomédica. Gracias a su permanencia en ReDIB y al compromiso sostenido de la Universidad Complutense, BioImaC ha culminado en 2025 una profunda renovación de sus instalaciones e incorporación de nuevos equipos singulares, lo que garantiza la continuidad de su posición como infraestructura de referencia en Imagen Preclínica dentro del sistema ICTS.

 

Cristina Álvarez de Lara Sánchez, project manager de BioImaC, explica que formar parte del mapa nacional de ICTS implica no solo disponer de instrumentación científica singular a nivel nacional, sino también garantizar su acceso abierto a toda la comunidad científica. Por su parte, José Luis Izquierdo García, director de BioImaC, subraya que, a diferencia de otras ICTS que desarrollan sus propias líneas de investigación, BioImaC se concibe como una infraestructura de servicio, orientada a prestar apoyo técnico y científico tanto a investigadores de la UCM como de instituciones externas. Actualmente, el 80 % de los usuarios del centro pertenecen a la Universidad Complutense, mientras que el 20 % restante procede principalmente de hospitales, centros de investigación y empresas privadas.

 

Según el director, la pertenencia de BioImaC a la red de ICTS ha permitido acceder a programas de financiación estratégica, entre ellos los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, destinados a la adquisición de nuevas infraestructuras científicas y a la renovación de equipamiento avanzado de resonancia magnética.

 

Encarnación Fernández Valle, coordinadora de BioImaC, explica que con los fondos de las ICTS lo primero que se consiguió fue financiación para renovar un antiguo equipo de imágenes de resonancia magnética (IRM) que “fue el primer equipo de imagen preclínica que se instaló en España, y que llevaba ya dando servicio treinta y un años”. Era un equipo de 4,7 teslas y se ha sustituido por uno de 9,4 teslas, que es “un campo muy alto y además cuenta con una boca muy grande, de treinta centímetros, lo que lo convierte en un equipo único ahora mismo en España”.

 

Mediante convocatorias específicas para la adquisición de Infraestructuras del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades se ha conseguido también financiación para ampliar y mejorar la cartera de servicios. En primer lugar, se consiguieron fondos para comprar un inserto PET para el equipo MRI, lo que permite hace una imagen híbrida, con imágenes morfológicas de tejidos blandos con alta resolución y contraste (IRM) en un equipo de muy alto campo y una boca muy grande, e imágenes funcionales con gran sensibilidad (PET), “lo que también es único en todo el país”. 

 

En la última convocatoria de Infraestructuras se consiguió financiación para renovar el equipo de PET-CT, una infraestructura esencial que permite obtener información estructural y funcional in vivo de manera mínimamente invasiva y que lleva más de doce años en servicio. Actualmente, el nuevo sistema de PET-CT se encuentra en fase de licitación. Estos proyectos contaron con la cofinanciación de la Universidad Complutense de Madrid, que contribuye a la inversión necesaria para su adquisición.

 

Líneas de trabajo

David Castejón Ferrer, técnico responsable del equipo de imagen de resonancia de campo clínico de BioImaC, recuerda que el centro tiene su origen en el antiguo CAI de Resonancia, que integraba tanto las técnicas de espectroscopía como las de imagen por RMN.

 

Con la reorganización de los Centros de Asistencia a la Investigación (CAI) de la UCM, las técnicas de espectroscopía, situadas en la Facultad de Ciencias Químicas, pasaron a formar parte del CAI de Técnicas Químicas, mientras que las técnicas de imagen por RMN se integraron con las técnicas de imagen molecular PET del antiguo CAI de Cartografía Cerebral, dando lugar a la creación de BioImaC.  Actualmente, el centro ofrece servicios de bioimagen avanzada, incluyendo resonancia magnética, tomografía axial computarizada (CT), tomografía por emisión de positrones (PET) e imagen óptica.

 

Explica Castejón que en BioImaC se pueden estudiar todo tipo de tejidos, y como ejemplos los de animales vivos que hay ahora mismo en el centro, en su mayoría ratones, pero también muestras de alimentos, como los estudios que se están realizando en el momento de la realización de este reportaje en aceitunas, estudios encaminados a la estimación del rendimiento oleico de la aceituna mediante técnicas de resonancia no destructivas. Aclara, eso sí, que los estudios que se realizan con seres vivos son todos de preclínica, porque para este tipo de análisis lo importante es “la boca del dispositivo, y con los que tenemos aquí se pueden analizar, in vivo, animales hasta del tamaño de un conejo, pero no más, no entraría, claro, un humano, aunque a veces llaman para preguntar si se ofrece ese servicio”. De acuerdo con Castejón, los principales estudios que se hacen con animales son sobre isquemias cerebrales, problemas cardiacos y tumores.

 

Rubén Fernández de la Rosa, técnico responsable de la plataforma de imagen molecular PET-CT de BioImaC, trabaja con un equipo que, aunque cuenta ya con casi trece años de servicio, mantiene un rendimiento excelente y sigue utilizándose de forma habitual en estudios preclínicos. Este equipo será próximamente sustituido por un nuevo sistema PET-CT, actualmente en fase de licitación, lo que permitirá actualizar la infraestructura y mejorar la capacidad de obtención de imágenes estructurales y funcionales in vivo.

 

El funcionamiento del sistema depende de la colaboración con una red de farmacia radiofarmacéutica privada instalada en el propio recinto complutense, encargada de suministrar los trazadores necesarios bajo estrictas medidas de seguridad radiológica. Durante las visitas al centro se aprecia el rigor en la preparación y manipulación de los radiofármacos, así como la labor formativa que BioImaC desarrolla, acogiendo regularmente a estudiantes que aprenden el manejo práctico de esta tecnología. En su trabajo, Fernández de la Rosa cuenta con el apoyo de Oscar del Águila López-Pintor.

 

Palmira Villa Valverde es la técnica responsable de la plataforma de espectroscopía de Resonancia Magnética de BioImaC, el único equipo del centro dedicado exclusivamente al análisis espectroscópico de tejidos semisólidos. Su trabajo se centra en estudios de metabolómica, utilizando un equipamiento altamente especializado que permite analizar tejidos procedentes de los mismos animales empleados en experimentos de imagen, lo que posibilita validar los hallazgos obtenidos in vivo mediante RMN, CT o PET. Además, la plataforma se aplica al análisis de biopsias clínicas y a estudios industriales, como la caracterización de alimentos o productos naturales, lo que amplía significativamente su impacto científico y tecnológico.

 

Palmira Villa Valverde es también responsable de calidad de BioImaC, encargándose de que todas las actividades del centro cumplan con los estándares y certificaciones ISO que garantizan la calidad y trazabilidad de los servicios.

 

La bioquímica Marina Benito Vicente está fundamentalmente encargada del manejo del novedoso equipo de 9,4 teslas, y en su trabajo, al igual que el resto de sus compañeros, cuenta con el respaldo de dos técnicos de apoyo, Alejandro Fernández Lorente y Ángela Palacios Sánchez.

 

Un workshop de futuro

Cristina Álvarez de Lara Sánchez añade a todas las líneas de investigación anteriores, una nueva, que quizás se podría implementar en breve: la tecnología de Imagen por Resonancia Magnética (RMN) con Agentes Hiperpolarizados. Explica la project manager de BioImaC que el Ministerio, en la evaluación de cada cuatro años, pide a la ICTS distribuida que presenten un plan estratégico para el siguiente periodo, que incluya el consiguiente plan de inversiones, y en el último de esos planes, los cuatro nodos de investigación presentaron esa nueva línea de actividad como algo que podrían comenzar a desarrollar.

 

Para hablar sobre este tema, BioImaC ha organizado, el pasado 25 de septiembre, el “Workshop on MRI with Hyperpolarized Agents”, un encuentro que reunió a los mayores expertos de la industria y el ámbito académico para debatir sobre los avances más recientes en este campo emergente. Durante la jornada, los representantes de las empresas Bruker, GE Healthcare, NVision y Polarize presentaron sus desarrollos tecnológicos más avanzados y abordaron aspectos técnicos clave para la futura implantación de esta tecnología en las infraestructuras científicas nacionales. Además, la investigadora Irene Marco Rius, del Institute for Bioengineering of Catalonia (IBEC), participó como experta invitada, “aportando una visión independiente y de alto nivel científico sobre los retos y oportunidades de la hiperpolarización en la investigación biomédica”.

 

Explica el director de BioImaC que con esta técnica de la hiperpolarización, “se podría incorporar a la red una imagen metabólica, es decir, poder medir el metabolismo en vivo, algo que es muy puntero y no está prácticamente desarrollado en España”.

 

Aunque eso ya queda para próximas y previsibles ampliaciones de instrumentación que sigan manteniendo al BioImaC a la vanguardia de su campo científico.