REPORTAJE

Adela Medrano, primera doctora en el área de Comunicación

Ciencias de la Información homenajea a Adela Medrano, su primera doctora

Fotografía: Jesús de Miguel - 12 mar 2024 13:42 CET

Llevaba muchos años, cerca de cuatro décadas, sin pisar el lugar en el que hizo historia, la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. Allá por 1981, Adela Medrano (Barcelona, 1935) se convirtió en la primera mujer en obtener el grado de doctora no solo de la Facultad -creada en 1971-, sino muy posiblemente de España. Tras leer su tesis, los caminos de Adela y la Facultad se separaron hasta que este 7 de marzo se han vuelto a juntar en un emotivo acto de homenaje celebrado en una sala de Juntas que la recibió abarrotada y puesta en pie con un largo aplauso.

 

Cuando Adela Medrano presentó su tesis -titulada “La enseñanza universitaria de la realización cinematográfica”- pocos cayeron en la cuenta de que era el primer trabajo de investigación con el que una mujer alcanzaba la máxima consideración académica no solo en el área de Ciencias de la Imagen Visual y Auditiva -como se denominaban entonces los actuales estudios de Comunicación Audiovisual-, sino de Comunicación en general. Tal fue la intrascendencia que se dio al hecho que cuando hace apenas cuatro años, preparando la celebración del 50º aniversario de la Facultad, el vicedecano de Comunicación, Cristóbal Fernández, se interesó por conocer los nombres de las pioneras del centro, se tardó bastantes días en encontrar su nombre. “Cuando recibí el mail de Secretaría en el que me decían que la primera doctora era Adela Medrano, nadie sabíamos quién era”.

 

Cuenta el vicedecano que no fue nada sencillo dar con ella. “Tras mucho buscar, encontramos su nombre en un vídeo de una residencia de personas mayores de Madrid”. Desde ese momento comenzaron a “tirar del hilo” y comprobaron que era la Adela Medrano doctora en Ciencias de la Información que buscaban. El hallazgo, además, venía acompañado de una historia personal, que reflejaba un caso más de invisibilización de una mujer. Adela había sido la primera esposa de uno de los grandes cineastas del cine español, Carlos Saura, doctor honoris causa por la UCM. Como se describe en el artículo publicado en octubre del pasado año por el propio Cristóbal Fernández y la estudiante María Prieto, Adela Medrano trabajó mano a mano con Saura en sus primeros pasos como cineasta, llegando incluso a coescribir con él los guiones de sus primeros trabajos, aunque, como era habitual en la época, sin que esa colaboración figurara en los títulos de crédito. El segundo de los dos hijos comunes que tuvieron, Antonio Saura Medrano, no dudó en mencionar a su madre en el homenaje póstumo que la gala de los Goya de 2023 brindó al cineasta, como la persona “que proyectó en él su pasión por el cine”.

 

Tras su separación de Saura en 1969, Adela, “gracias a amigos de Carlos que me ayudaron cuando se fue con Geraldine”, como recordó ella misma durante el homenaje, comenzó a dirigir spots publicitarios y poco después se integró en la productora “Cinecorto”, que dirigía el catedrático complutense Luis Enrique Torán. Allí empezó a escribir guiones y editar vídeos, pero su buen hacer pronto le dio la oportunidad de dirigir ella misma los trabajos que la productora realizaba para empresas e instituciones, los llamados documentales industriales, hasta incluso llegar a ser premiada por varios de ellos, como el titulado “Esculturas para un paisaje” -proyectado en el homenaje del 7 de marzo en Ciencias de la Información-, por el que recibió el primer premio en el Certamen de Cine Industrial de 1975.

 

Pero Adela, una vez estabilizada laboralmente, también quiso continuar sus estudios, que había dejado tras su paso por la Escuela de Periodismo de Madrid y su matrimonio con Saura. Así, se matriculó en la nueva Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y, de la mano de su director de tesis, Joaquín de Aguilera Gamoneda, se convirtió en la primera doctora de la Facultad. "Nadie me dijo que lo hiciera. Fue algo mío. Yo quería ser la primera mujer doctora". Después, durante un tiempo continuó su labor investigadora y en 1982 publicó el libro “Un modelo de información cinematográfica: el documental inglés”.

 

La Facultad de Ciencias de la Información incluyó a Adela Medrano entre sus estudiantes más destacadas con motivo de la celebración de su 50º aniversario y este año ha querido dar un paso más en la puesta en valor de una de sus pioneras, incluyendo su nombre entre las diez personalidades que darán nombre a diferentes aulas y espacios de la Facultad, junto al propio Carlos Saura y Luis García Berlanga, Miguel Delibes, Svetlana Alexiévich, Francisco Umbral, Carmen de Burgos, Andrés Segovia, Emilia Pardo Bazán y Pilar Miró.

 

El homenaje celebrado este pasado 7 de marzo se enmarcó en los actos por el Día de la Mujer celebrados en la UCM. Por ello, además de los vicedecanos de la Facultad Cristóbal Fernández y Gema Fernández Hoya, también asistieron la delegada del rector para Igualdad, Isabel Tajahuerce, y la directora de la Unidad de Igualdad, Margarita Márquez, así como las estudiantes María Prieto y Leila Meis, quienes se encargaron de formular preguntas a la homenajeada en el breve debate que siguió a la proyección del documental “Esculturas para un paisaje”. Adela Medrano acudió acompañada por su hijo Carlos y su amiga la fotógrafa Montse Santamaría.

 

La delegada del rector para Igualdad y la directora de la Unidad de Igualdad recalcaron la importancia de recuperar los nombres de “nuestras pioneras” para que los jóvenes pueden situarlas entre sus referentes. “El camino de la igualdad está trazado por pioneras como Adela Medrano, pero si no lo transitamos cada día en ese camino pueden ir saliendo malas hierbas”, recordó Margarita Márquez. La propia Adela Medrano también se refirió a ese camino por la igualdad que las mujeres llevan mucho tiempo recorriendo y que, por suerte, cada vez está más avanzado. “Hoy las mujeres estamos mucho más apoyadas y nos sentimos más empoderadas”, afirmó Medrano, a la vez que animaba a las jóvenes de hoy a no poner límites a sus sueños.

 

El acto concluyó con la concesión de la insignia de la Facultad a Adela Medrano y la inauguración de la renovada aula 509, que desde este 7 de marzo se denomina oficialmente “Aula Adela Medrano”. “Muchas gracias, de verdad. Todo esto es muy emocionante para mí”, acertó a decir, visiblemente emocionada y con una cámara de fotografías y una rosa entre las manos, ya sentada tras la mesa principal de su aula.