REPORTAJE

Un momento del debate

Deporte, lectura y universidad, un trinomio que sólo puede sumar

Texto: Alberto Martín - 13 jun 2024 00:00 CET

La RAE define la palabra “trinomio” como la “expresión algebraica compuesta por tres términos unidos por signos más (+) o menos (-)”. Y si pocas dudas podía ya antes haber, tras escuchar la mesa redonda “Deporte, lectura y universidad”, organizada este 13 de junio por Encuentros Complutense, Una Europa y Ediciones Complutense, en la biblioteca pública Antonio Trías, en el corazón del Parque del Retiro, queda claro que las relaciones entre este trinomio de “valores universales” solo son compatibles con el signo sumar. Se trata de cuidar el cuerpo y el alma y donde mejor que en la casa del conocimiento, la universidad.

 

La mesa -organizada, por un lado, como colofón a la presencia complutense en la Feria del Libro, que este año ha tenido el deporte como su tema vertebral, y, por otro, como evento inaugural de las “lecture series” de Una Europa, el consorcio europeo en el que participa la UCM junto a otras diez universidades- reunía a tres deportistas universitarios -la marchadora, investigadora predoctoral y licenciada en Medicina, Lidia Sánchez Puebla, la jugadora del Complutense Cisneros de rugby Inas El Amouri y su compañero del equipo masculino Mario Vallejo- con la profesora especialista en medicina deportiva Pilar Martín Escudero y la periodista de TVE Elena Jiménez. Otro periodista deportivo, Antonio Esteva, de la Sexta, y profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, ejercía de moderador.

 

Fue precisamente el moderador el que mencionó el primero de esos “inputs” que hacen del trinomio deporte, lectura, universidad, una suma casi infinita. Esteva recordó a su abuelo, escritor y poeta, amigo de Joan Miró y que le dejó una frase cincelada en su mente: “La originalidad es volver al origen”. En tiempos de pantallas, tik tok y fakenews alimentar cuerpo, alma y mente con práctica deportiva, libros y saberes, no es ir contracorriente, sino a favor de uno mismo.

 

Lidia Sánchez-Puebla es un buen ejemplo de que el trinomio funciona. Atleta de elite -en los próximos días conocerá si sus esfuerzos la llevan este verano a París- nunca descuidó sus estudios. Ella dice que el deporte le ha hecho quien hoy es, que sus valores de compromiso y exigencia supo extrapolarlos a sus años en la Facultad de Medicina para ser capaz de aprobar curso por año. También la lectura tuvo y tiene cabida en sus dos mundos. Su presencia en los momentos de estudia es tan obvia como ineludible, pero también lo es en su día a día de dobles entrenamientos diarios, en los que rara es la vez que no todo termina con un libro entre sus manos, que la ayuda a bajar pulsaciones y a pensar en otras vidas o historias. Esta costumbre se la agradece a su padre -presente entre el público- quien desde pequeña la inculcó ese amor por las letras.

 

Quien también se enamoró de joven fue la periodista Elena Jiménez. En su caso fue del deporte, en concreto del baloncesto, y fue esa pasión la que la llevó hasta las aulas de la Facultad de Ciencias de la Información. Sus recuerdos de aquellos primeros años 90 mezclan aulas y canchas deportivas, viajes a campeonatos de España como integrante de la selección complutense de baloncesto –“en los que me sentí como una deportista de elite”-, y sus primeras prácticas como periodista. La lectura siempre ha estado presente en el trayecto. Unas veces como entretenimiento –Truman Capote, Gabriel García Márquez- y siempre como parte de su trabajo; leer para un periodista es sinónimo de respirar.

 

Pilar Martín Escudero es un nexo en primera persona entre deporte y universidad. Ella es el alma de la Escuela de Medicina Deportiva de la UCM, una autoridad mundial en los beneficios del deporte y los peligros del dopaje. Hablar de deporte es hablar de salud, tanto mental como física. La ciencia lo demuestra y la experiencia también. La profesora pone como ejemplo a un viejo amigo, el catedrático de Historia ya fallecido José Alcalá Zamora Queipo de Llano, quien no dudaba en aprovechar cualquier momento libre para correr. Un día confesó a su amiga Pilar un “problema” que no sabía cómo resolver. También aficionado a la poesía, era mientras corría cuando le afloraban los mejores versos, pero cuando terminaba sus largas sesiones ya había olvidado las rimas. “Haz series en lugar de tanta carrera continua”, le aconsejó su amiga. “El deporte expande el alma y los libros la alimentan”, sentenció la doctora.

 

Y para concluir, y estando en la Universidad -aunque trasladada por unas horas al Retiro- imposible no hablar de rugby y de su club por excelencia en la capital, el Complutense Cisneros. Inas El Amouri  y Mario Vallejo juegan en sus dos primeros equipos a la vez que estudian. La lectura en estos momentos viene de serie y por obligación, aunque ambos también apuntan que la practican por devoción. Inas prefiere centrarse en la poesía moderna -Miguel Gane y Elvira Sastre- , mientras Mario es más de sacar jugo práctico a lo leído. Así, por ejemplo, recomienda un libro escrito por Toni Nadal, el tío y entrenador durante muchos años del mejor deportista español de la historia, Rafael Nadal Parera, que a él le enseñó desde ser capaz de gestionar sus nervios antes de competir hasta ser disciplinado a la hora de estudiar. Lo dicho, deporte, lectura y universidad. No se puede sumar más.