CINE

Una de las escenas de "En los márgenes"

“En los márgenes”, de Juan Diego Botto

Texto: Jaime Fernández - 4 oct 2022 18:43 CET

Juan Diego Botto ha preestrenado su primer largometraje como director, En los márgenes, en la Facultad de Ciencias de la Información. Lo ha hecho dentro de las actividades organizadas por la Escuela de Producción UCM, coordinada por el profesor Ildefonso Soriano, y ha contado con la presencia del propio director y de la coguionista Olga Rodríguez.

 

En el Madrid de 2021 se entrecruzan una serie de historias con un denominador común: los desahucios. Una madre trabajadora lucha en comunidad para no ser expulsada de su casa, un abogado activista se recorre toda la ciudad en busca de una mujer para que no pierda a su hija, y otra madre, que ha dejado de luchar, ve como se cierne sobre ella el vacío más absoluto.

 

Juan Diego Botto, que ha escrito el guion con la periodista Olga Rodríguez, explica que la idea inicial de dirigir una película surgió de una conversación que tuvo hace años con la actriz Penélope Cruz. Entre los dos imaginaron una pelea de pareja que tiene lugar el día antes de un desahucio. Botto reconoce que al escribir aquella historia le interesó más la parte del desahucio que la pelea en sí (aunque luego la escena se ha conservado en el filme, con él mismo interpretando a la pareja de Penélope Cruz, que además figura como productora de la película).

 

A aquella idea inicial se le sumó un reportaje que leyó en eldiario.es, escrito por Olga Rodríguez, sobre el tema de los desahucios. Así, empezaron juntos a pergeñar una idea que les ha llevado años de redacción, sobre todo en la parte de investigación, de asistencias a asambleas, y de entrevistas con personas afectadas. La guionista reconoce que ella se hizo periodista, y lo sigue siendo, por la capacidad de contar las cosas que ocurren, pero partiendo de la base de que la noticia no es únicamente aquello que ocurre una sola vez, sino también lo que atraviesa nuestra actualidad y se convierte en un problema enquistado más, como es el hecho de los desahucios.

 

En la película, aparte de crear tres líneas argumentales que se entremezclan a través del personaje principal, interpretado por Luis Tosar, han querido dar voz a los que no suelen tenerla y con un cierto tono documental han grabado una de las asambleas en las que cada uno cuenta su caso. Los mismos afectados son también los que participan en diferentes escenas, como la del enfrentamiento con la policía.

 

De acuerdo con Botto, para rodar esa escena se ha inspirado, incluso en encuadres concretos, en el trabajo de fotoperiodistas que suelen cubrir los desahucios. El uso de la luz y un cierto grano en la película le dan también un toque documental que habla de que lo que se ve en la pantalla puede ocurrir en cualquier momento en nuestro país.

 

Botto se desenvuelve bastante bien en el ritmo que imprime a su filme, que transcurre en 24 horas, y en el que hace correr a sus personajes de un lado a otro de la ciudad, aunque destaca, sobre todo (aunque quizás no sea sorprendente por su carrera en el cine) como director de actores.

 

Es cierto que Luis Tosar ya está muy curtido en pantalla y hace bien prácticamente todo lo que interpreta, pero Botto es capaz de sacar lo mejor tanto de Penélope Cruz como del actor novel Christian Checa, que interpreta al hijastro de Tosar, o de actrices consolidadas como Adelfa Calvo, que interpreta a una mujer mucho mayor de lo que es en realidad.

 

Botto y Rodríguez esperan que la película sirva para que no se olvide esta cruda realidad por la que pasan muchos españoles y si se logra que se inicie un debate y que algunas personas (por pocas que sean) se pongan en marcha para evitar que haya más gente viviendo en los márgenes, darán su trabajo por bueno.