ÁGORA

El rector cubre con tierra la urna colocada como simbólica primera piedra del edificio

En marcha, la definitiva construcción del edificio departamental de Económicas y Empresariales

Fotografía: Jesús de Miguel - 14 nov 2022 15:00 CET

Más de 20 años después de proyectarse, unas obras paradas desde hace más de tres lustros y un sinfín de problemas burocráticos que parecían no tener solución, el edificio departamental de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales encara su definitiva construcción. El rector, Joaquín Goyache; la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant, y el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Carlos Rivero, han “enterrado” una urna este 14 de noviembre como simbólica primera piedra del nuevo edificio y, sobre todo, han mostrado, la “felicidad” que la Facultad, la Complutense y la ciudad en la que se ubica sienten al ver en marcha de manera definitiva una infraestructura singular que, entre otras características, tendrá un consumo energético casi nulo.

 

El rector Goyache califica la luz verde a la definitiva construcción de este edificio como uno de los “más felices de mi mandato y con gran diferencia”. Y es que, pese a reconocer el trabajo desarrollado por los anteriores equipos rectorales, ha sido ahora cuando por fin, “con la impagable ayuda del Ayuntamiento de Pozuelo”, personificada en su alcaldesa, Susana Pérez de Quislant, va a poder hacerse realidad una infraestructura que desde hace más de dos décadas precisa la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Para la alcaldesa también este es un momento feliz, ya que se ha podido desbloquear una situación que estaba enquistada. “Ya está hecho lo más difícil, que era empezar”, concluyó.

 

También para el decano, Carlos Rivero, se trata de un momento “muy feliz”, que “quiero compartir” con los profesores, personal de administración y servicios y estudiantes de su Facultad, y también con todas las Juntas de Facultad y decanos que le han precedido desde que se proyectó el edificio. “Se trata de una obra muy deseada y muy necesaria”, señaló, a la vez que destacaba el “alivio y la ilusión” con la que ha sido recibida en el centro su definitiva construcción. Alivio al ver por fin las obras en marcha, y una gran ilusión porque por fin van a tener a su disposición un edificio que les va a permitir desarrollar su trabajo en óptimas condiciones. Como recordó Rivero, la actividad de la Facultad -que desde hace 53 años está ubicada en el campus de Somosaguas- se encuentra desde hace muchos años dividida en diversos edificios prefabricados, lo que significaba, por ejemplo, que los despachos de los profesores de un mismo departamento no compartieran una misma ubicación.

 

En el acto también intervino Silvia Babski, adjudicataria junto a su socio Ramón Valls, en BN Asociados, del proyecto de diseño del edificio en 2006, y que ha sido retomado en la actualidad. Babski destacó que el proyecto no sólo desde el primer momento apostó por la eficiencia energética –“de haber sido construido en plazo habría sido el primer edificio bioclimático, con ahorro energético y biosostenible”- sino también por su adaptación al entorno, respetando la naturaleza del campus.

 

En concreto, el edificio  ocupa una superficie de suelo de 49.865,09 m2. Se desarrollará en dos sótanos bajo rasante y cuatro plantas sobre rasante, con una sinuosa forma alargada y cuatro patios interiores. En ellas se ubicarán despachos para profesores, dotación de seminarios y aulas, salón de actos, servicios de administración, así como una cafetería, servicios sanitarios y aparcamiento.

 

La estructura del edificio es de hormigón armado con losas macizas, que aportan una gran solidez y aislamiento acústico, apoyadas sobre pilares y muros perimetrales, teniendo éstos últimos la gran singularidad de estar compuestos por elementos prefabricados en taller a partir de la planta primera, lo que le otorga beneficios en calidad y reducción de plazos de ejecución.  

 

El cerramiento está compuesto por una fachada ventilada, con aislamiento suficiente para cumplir con los estándares europeos y nacionales de eficiencia energética y ECCN (edificio de consumo casi nulo). El acabado exterior se consigue con unas placas de material cerámico de gran formato, que admiten curvaturas y coloreado en masa. En los patios interiores se dispondrá un cerramiento de muro cortina formada por aluminio y vidrio, permitiendo el paso de la luz y las vistas a los patios ajardinados.

 

 

Pero como destacó la arquitecta, el nuevo edificio estará a la vanguardia del ahorro y de la producción de energía limpia y renovable. Para ello contará con producción de energía eléctrica mediante placas fotovoltaicas. Para el ahorro en el consumo, los cerramientos, huecos de fachada y carpinterías han sido estudiados a tal fin con el objetivo de reducir al máximo las pérdidas de energía. Como indicó Babski, se han cuidado todo tipo de detalles. Así la fachada norte tendrá colores oscuros, grises y negros, que le permitirá captar el sol invernal, y la sur, tonos cálidos y claros para disminuir el calor del verano.

 

La obtención de la licencia definitiva de construcción tuvo lugar el 18 de abril de 2021, momento en el que se puso en marcha el procedimiento de contratación, para la adjudicación de las obras. El proyecto de ejecución material de la obra, tras licitación pública, fue adjudicado a la empresa UTE LANTANIA-ASCH, por un importe de 33.245.963,59€ sin IVA y un plazo de ejecución de 32 meses. “Dentro de dos años estará a disposición de la Universidad”, aseguró Silvia Babski