JESÚS PÉREZ GIL: Situamos a los estudiantes universitarios en el centro de la transformación social

13 mar 2023 11:51 CET

La universidad pública es el mayor instrumento de transformación de que se ha dotado la sociedad. Es por tanto su responsabilidad ofrecer a la sociedad que la sostiene un impulso de modernización y actualización que le permita afrontar los desafíos que tiene por delante: una sociedad a escala global y plena en sus capacidades digitales, mientras apuesta por la innovación y se hace sostenible en su integración en el planeta.

 

Más de 70.000 estudiantes se forman cada año en nuestros campus Complutenses.  Ellos son quienes pueden proyectar esa capacidad de mejorar la sociedad cuando se acaben integrando en empresas, instituciones, o sean los gestores y políticos que tomen decisiones importantes en breve. Por ello, el proyecto de gobierno que lidero para impulsar la Universidad Complutense de los próximos 6 años, al que hemos llamado FuturoComplutense, sitúa a nuestras y nuestros estudiantes en el núcleo de acciones y líneas estratégicas que les equiparán con las capacidades, la motivación y la actitud para construir una sociedad más innovadora, sostenible, cooperativa y equitativa, a la vez que posicionada en lo global y lo digital. Es con esta perspectiva con la que analizamos y promovemos las líneas de actuación prioritaria de nuestro proyecto, tal como se desglosan en la web www.futurocomplutense.es. Ninguna de las otras candidaturas participantes en estas elecciones plantea este protagonismo de los estudiantes para que desde la universidad puedan convertirse en agentes de transformación de la sociedad del futuro. Es un cambio de paradigma para la Universidad Complutense.

 

No podemos seguir apoyándonos en estructuras del siglo XX para atender las necesidades de quienes se forman en la universidad actual. La obligatoria digitalización, o el compromiso con la diversidad, no pueden seguir quedándose en planteamientos nominales. Hay que pasar a la acción. Necesitamos hacer a los estudiantes mucho más protagonistas de su propio proceso de formación, que debe ser más interactivo. La motivación de nuestros estudiantes debe apoyarse también en que propongan y desarrollen sus propios proyectos. Proyectos de cooperación, de transferencia, de emprendimiento. Proyectos y actividades que les permitan interaccionar en otros planos con profesores e investigadores, con técnicos y PAS, con estudiantes de grado y posgrado de diferentes ámbitos. Su formación y maduración pasa también por exponerles a distintos entornos de la sociedad, a los nichos profesionales, a las instituciones y a los agentes sociales. Las facultades y centros deben convertirse en “nodos” de conectividad interactiva, incluyendo la conexión entre diferentes facultades, para que los estudiantes perciban la visión inter- y trans-disciplinar que resulta necesaria para resolver los problemas de la vida real. La universidad es un entorno único para ofrecer a nuestros estudiantes la visión combinada de la ciencia, la tecnología, el humanismo y el impacto social. Ello les proporcionará las capacidades de análisis y de actuación que la sociedad actual demanda.

 

Desde esta perspectiva, necesitamos mejorar y optimizar la integración de nuestros diferentes campus, para que esa red de interacciones y actividades se extienda por todas las áreas y centros. Potenciaremos actividades combinadas en los campus de Moncloa, Somosaguas y Chamberí, para lo cual necesitamos mejorar significativamente la movilidad de estudiantes, PDI y PAS, así como poner en marcha un motor de iniciativas conjuntas de formación e investigación. Nuestro equipo de dirección se hará presente y trabajará periódicamente desde diferentes centros y campus, de forma que catalice esta visión multidisciplinar mientras gana acceso directo a las inquietudes y problemáticas de cada rincón Complutense.

 

La mejora de la sociedad a la que contribuirán nuestros egresados vendrá también de su exposición a la actividad investigadora universitaria. Solo así harán suyo el análisis crítico como herramienta fundamental para abordar la búsqueda de soluciones a los problemas más complejos, la toma de decisiones basadas en evidencias, o el trabajo cooperativo y multidisciplinar en los equipos. Pero ello solo será posible si ampliamos y extendemos las capacidades de nuestra actividad investigadora. En nuestro programa de gobierno será prioritario eliminar barreras burocráticas y optimizar los procesos inherentes a la ejecución de los proyectos de investigación. En la misma línea, apoyaremos y avalaremos a todo el profesorado capaz de preparar y liderar propuestas de investigación competitiva, cualquiera que sea el perfil de su contrato. También trabajaremos en la búsqueda de una financiación basal de la investigación, con el objetivo último de que la investigación en la Universidad Complutense sea un bien de todos y para todos, liderada por el profesorado, asistida por el personal de administración y servicios, y participada por cada estudiante. Para facilitarlo, consideramos imprescindible también la creación de redes multidisciplinares de grupos de investigación de diferentes áreas, en la búsqueda de nuevas oportunidades de formación e innovación.

 

La responsabilidad de la Universidad Complutense para desarrollar y movilizar el talento de nuestros estudiantes no puede quedarse en el ámbito local. El tamaño, prestigio, e historia de la Complutense debe proyectarse a una mucho mayor visibilización en el plano internacional, así como ofrecer propuestas de formación e investigación a escala global. Será una línea estratégica la participación de la Universidad Complutense en proyectos en el ámbito iberoamericano, así como su liderazgo en iniciativas dentro de las alianzas de universidades europeas, UNAEuropa y su proyección UNAFutura. La Complutense puede y debe liderar la educación superior en español, y ofrecer para ello máximas oportunidades a estudiantes internacionales que quieran venir a nuestros campus.

 

Además de estas líneas de acción prioritaria, necesitamos desarrollar actuaciones transversales que impregnen e impliquen a toda la comunidad universitaria en la transferencia de capacidades desde el estudiantado a la sociedad. Tenemos que trabajar con las instituciones que comparten nuestros campus para convertirlos en una imagen de sostenibilidad, mediante acciones colaborativas que impliquen a todos los colectivos. Y hablamos de sostenibilidad medioambiental, energética, pero también de sostenibilidad social. Queremos abordar un plan piloto hacia la implantación de la semana laboral de 4 días. La sociedad avanza hacia mejores formas de integrar vida laboral y personal, y la universidad pública tiene la responsabilidad de explorar estructuras innovadoras y más eficaces de organización. España fue el primer país europeo en aprobar hace 104 años la jornada semanal de 40 horas. La Complutense puede también liderar este cambio hacía una conciliación que modernice la forma de entender el trabajo y la creatividad, dando espacio y tiempo para ello.

 

Estas aspiraciones que se transformarán en acciones concretas si el colectivo universitario nos apoya, conllevan la irrenunciable apuesta por la igualdad, la equidad y la atención inclusiva a la diversidad a la que estamos comprometidos como universidad pública. No olvidaremos desarrollar un Plan de Comunicación ambicioso que visibilice ante nuestros conciudadanos el valor de la universidad pública como factor de cohesión y transformación social.

 

Somos conscientes de que sin el trabajo comprometido, motivado, reconocido y bien coordinado de nuestro capital humano no podremos dar este impulso sostenido de modernización. Por ello, me comprometo a trabajar con firmeza para ofrecer, con toda transparencia, una perspectiva clara a la proyección profesional de cada colectivo. Priorizaremos la estabilización de las figuras más precarias, ofreciendo oportunidades de formación conectadas a la carrera profesional de PDI y PAS. Sin duda, la satisfacción personal por el reconocimiento contribuirá a mejorar las capacidades conjuntas que necesitamos para construir una universidad más moderna y más eficaz.

 

Hay un esfuerzo adicional en el que necesitaremos máxima implicación de todos. El que requerirá nuestra adaptación al nuevo marco normativo que impone la reciente aprobación de la LOSU. Necesitaremos para ello inspirar el mejor trabajo colaborativo de toda la comunidad universitaria, si queremos que la inevitable adaptación de Estatutos y Reglamentos se convierta en una excelente oportunidad para generar la estructura eficaz y flexible que facilite la evolución dinámica de la Universidad Complutense de los próximos años. No cabe duda de que se hará necesario ajustar este impulso de modernización a los recursos disponibles, mediante una política económica eficaz y realista. Partiremos del presupuesto y de los recursos que la sociedad pone a nuestra disposición para ampliar sustancialmente vías de generación de recursos adicionales a través de la actividad y las capacidades que la propia Universidad Complutense puede movilizar. Para ello, será importante también iniciar, sin titubeos, un papel de liderazgo en la defensa de lo que la universidad pública supone como factor de cohesión y progresión social. Este liderazgo es también de la Universidad Complutense como motor económico, social y de proyección nacional e internacional de la Comunidad de Madrid. Un papel que debe desempeñarse no solo con el prestigio académico y personal, sino también con el sólido y decidido respaldo de la comunidad universitaria y con ideas claras de las capacidades e impacto que la Universidad Complutense puede ofrecer.

 

Este es el compromiso que asumiré sin vacilación si obtengo la confianza del estudiantado, el profesorado y el personal de administración y servicios de la universidad a la que he dedicado mi vida. Queremos el voto de toda la comunidad Complutense para construir el futuro de la universidad del siglo XXI.