CURSOS DE VERANO
Joaquín Goyache anima a dar un paso más en el paradigma "One Health"
Fotografía: Alfredo Matilla - 7 jul 2021 16:39 CET
Recuerda Joaquín Goyache, rector de la Universidad Complutense, catedrático de Sanidad Animal e investigador del Grupo de Vigilancia Sanitaria, que el concepto One Health, Una Salud, no es algo nuevo –se mencionó por primera vez en 2007 en un artículo publicado en Science por su editor, Martin Enserink- pero hoy es más necesario que nunca. En palabras del presidente del Colegio de Veterinarios de España, Luis Alberto Cuenca, “One Health ha dejado de ser una opción para ser una obligación”. Del 7 al 9 de julio, dirigido por los catedráticos de la Facultad de Veterinaria de la UCM Lucas Domínguez y José Manuel Sánchez Vizcaíno, el curso “Epidemias, zoonosis y pandemias. Una visión holística One Health” analiza este paradigma que habla de la unidad de acción entre la salud pública, la sanidad animal y el medio ambiente.
La Covid-19, como defiende el profesor Goyache, ha puesto de manifiesto no sólo que el concepto de Una Salud es totalmente imprescindible, sino que incluso se queda corto. “Hay que ir hacia una One Health 2.0, sanidad circular, o como queramos llamarla”, que incluya, según abogó el rector complutense, junto a las tres ya mencionadas, otras ciencias no solo del ámbito sanitario, sino también, por ejemplo, la sociología, la economía, la filosofía o el derecho. Esta pandemia se ha convertido en una sindemia, según explicó Goyache, ya que son ya varias pandemias las que están coincidiendo: la sanitaria, la económica, la social… Ante esta situación poliédrica las soluciones deben ser pluridisciplinares y globales, y ahí es donde esta One Health 2.0 se hace imprescindible.
Goyache tituló su intervención en el curso “El porqué de una visión OneHealth y qué podemos aprender de la historia”, y es que, como recordó el propio Goyache, y como dijo en la conferencia inaugural de esta edición de los Cursos de Verano, el catedrático Emilio Bouza, “no hay nada nuevo bajo el sol; lo que estamos viviendo ya lo hemos vivido”. A lo largo de la historia se han vivido distintas epidemias, causadas una veces por bacterias y otras por virus, de las que, como se ha demostrado ahora, no supimos aprender todo lo necesario para evitar una situación que, según consideró Goyache, con la vigilancia necesaria se podría en buena medida haber evitado. El catedrático explicó que este tipo de enfermedades emergentes de origen animal siempre se producen cuando se altera alguno de los tres grandes grupos de animales -los seres humanos, los animales domésticos o los animales silvestres- o el medio ambiente en el que se encuentran. El resultado de esa alteración es un patógeno que sabe adaptarse a las circunstancias y extiende la enfermedad.
En su conferencia Goyache repasó algunas de las enfermedades por zoonosis que se han extendido en mayor o menor medida a lo largo de la historia, como la Gripe del 18 –que no española, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo de 1945 o las más recientes de ébola en África Occidental, el virus del Nilo Occidental, el virus Zica o la Chikunguya, originada en 2005 en la Isla Reunión y que en poco tiempo se extendió por Asia y el Caribe. No obstante, centró su atención en los tres coronavirus que en el siglo XXI han saltado de los animales al ser humano: el Sars-Cov, el Mers-Cov y el Sars-Cov2, es decir la actual enfermedad Covid-19.
El profesor Goyache señaló que pese a sus cifras millonarias –cerca de 4 millones de muertos y más de 180 millones de contagiados- la Covid-19 presenta unos índices de mortalidad muy bajos, y por ello “más nos vale aprender” de lo que estamos viviendo y de lo que nos enseñaron los dos coronavirus que la precedieron, porque es posible que la siguiente pandemia sea mucho más mortal que la actual. Del Sars-Cov, originado en 2002 también en Chuna y que se saldó con 650 muertes, aprendimos –o al menos debimos hacerlo- que la cooperación internacional es esencial para controlar este tipo de infecciones. El Mers-Cov, aparecido en 2012 en Arabia Saudí y activo hasta 2017, periodo en el que causó oficialmente 886 muertes, dejó claro que de un único caso se puede provocar un brote numeroso. Entonces fue un médico de Korea del Sur el que tras visitar Arabia Saudí propagó la infección en su ciudad de origen.
Del Sars Cov-2 las enseñanzas deben ser mucho mayores. La primera es que las sociedades estamos envejecidas e inmunosuprimidas y, sobre todo, que viajamos mucho, “creo, como se ha demostrado en este último año y medio, mucho más de lo necesario”. Ese movimiento incesante de los seres humanos es el causante de la propagación mundial de la enfermedad. Como mostró con dos imágenes, los lugares con más casos son precisamente los que más conexiones aéreas diarias tienen. Por supuesto, la pandemia también deja algunas cosas positivas: la solidaridad, la fuerza de la ciencia y la investigación, la capacidad de la sociedad para seguir las normas…
Todas estas enseñanzas deben, como indicó el rector, tenerse en cuenta de cara al futuro, pero no deben hacer olvidar que siguen existiendo otras enfermedades, que causan miles e incluso millones de muertes anuales en las que no se invierte lo suficiente y que también se deben a zoonosis: rabia, malaria, leishmaniosis, Fiebre Q, malaria… “Como señaló Louis Pasteur, La medicina cura al hombre. La medicina veterinaria cura a la humanidad. Estoy de acuerdo, pero no podemos hacerlo solos”, concluyó Joaquín Goyache su alegato por One Health 2.0.