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Filología y Educación acogen la decimonovena edición de la International Conference on New Directions in the Humanities

La Complutense acoge la XIX Conferencia Internacional sobre el futuro de las Humanidades

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 1 jul 2021 15:10 CET

La decimonovena edición de la International Conference on New Directions in the Humanities, se celebra en su parte presencial, los días 30 de junio, y 1 y 2 de julio, entre las facultades de Filología y Educación de la UCM. Organizada por la Red de Investigación en Nuevas Perspectivas en las Humanidades y la Complutense, en esta Conferencia se busca establecer una agenda renovada para el futuro de las Humanidades y, de ese modo, “construir una comunidad epistémica donde se puedan establecer vínculos a través de fronteras disciplinarias, geográficas y culturales”.

 

En la inauguración de la Conferencia, Concepción García, vicerrectora de Empleabilidad y Emprendimiento, dio la bienvenida a esta XIX edición de la Conferencia Internacional “que se celebra de manera semipresencial, aprovechando las oportunidades que brinda la tecnología”.

 

De acuerdo con ella, “la temática de este congreso, que no es otra que el futuro de las Humanidades, no puede ser más pertinente, porque la tecnología ya forma parte de nuestro día a día, así que ahora es el momento de hacer una reflexión crítica sobre cómo nos está transformando. Es una excelente oportunidad para el campo de las Humanidades, ya que la innovación y el emprendimiento van a ser claves en este presente y en el futuro más próximo”.

 

Una base sólida

Un futuro que, de acuerdo con los participantes en la mesa redonda vespertina de la primera jornada es muy prometedor, porque, como asegura el decano de Geografía e Historia, Miguel Luque, “las Humanidades en las universidades españolas son disciplinas muy fuertes, y para que sigan siéndolo no hay que dejar de apostar por ellas”.

 

José Manuel Pingarrón, secretario general de Universidades, considera que “las Humanidades tienen que evolucionar al mismo ritmo que el resto de las disciplinas académicas, porque son vivas”. Opina además que tienen mucho poder ya actualmente, como se ve en los sexenios de transferencia de conocimiento en su sentido más amplio, donde las Humanidades son evaluadas positivamente en porcentajes muy altas.

 

A partir de esos datos, opina Pingarrón que “las Humanidades tienen una capacidad de investigar y transferir el conocimiento, que es comparable, e incluso mejor, que otras disciplinas”. Su receta para el porvenir es sencilla: “seguir haciendo bien su trabajo y evolucionar, y aunque es evidente que nadie sabe cómo va a ser esa evolución, las bases son sólidas y con esas bases, seguro que el futuro también lo es”.

 

El rector Joaquín Goyache hizo hincapié en “el papel que la ética ha adquirido en nuestra sociedad, que va más allá de lo sanitario y lo económico, ya que para saber lo que somos como profesionales necesitamos saber de dónde venimos”. Puso como ejemplo, que en su Facultad una de las asignaturas más populares es “Historia de la Veterinaria, centrada en las Humanidades, que son una fuente de ciencia y transferencia de primerísimo orden”.

 

El decano de Filología, Eugenio Luján, recuerda que un ejemplo de la pujanza de las Humanidades es el turismo, ya que “en ciudades como Madrid atrae a personas de todo el mundo, más allá de los bares y la restauración, sobre todo por la cultura, por el eje Prado-Recoletos”. De acuerdo con el decano, allí trabajan fundamentalmente egresados de titulaciones de Humanidades, así que “no hay que disociar actividades económicas y Humanidades”.

 

Gonzalo Jover, decano de Educación, tiene claro que las Humanidades no se pueden separar del resto de disciplinas, ya que lo que une a todos los profesores de la universidad es el conocimiento, teniendo claro, que “hay diferentes formas de conocimiento, al igual que hay múltiples inteligencias, y lo que hay que buscar en la universidad es unificar los conocimientos, no fragmentarlos tanto, y apostar, por ejemplo, por dobles grados”.

 

Recuerda Jover la Declaración de Lisboa sobre Humanidades en la que se adquiere el compromiso de que todos los jóvenes puedan acceder a las Humanidades desde el punto de vista de la innovación, docencia e investigación, algo que cree que está bastante lejos, porque “en investigación, de cada 100 euros que se dedican en España, 92 son a ciencias experimentales y tecnológicas y sólo 8 a ciencias sociales y humanidades”.

 

Al nivel europeo

Se define Jover como un gran defensor del Espacio Europeo de Educación Superior, aunque al mismo tiempo considera que “ahora, a diez años vista, habría que replantear algunas cosas, como por ejemplo los famosos ECTS, que son un sistema de medida del tiempo que se inventó para el programa Erasmus, pero da un sentido erróneo de que muchas cosas que se hacen en la universidad no se pueden valorar en ECTS y como no importan para el currículo, no son interesantes”. Cree Jover que “habría que buscar formas de valorar las actividades de la universidad que no tengan una rentabilidad en ese sistema concreto de créditos”.

 

Luján opina que “sí estamos alineados con lo que se hace en Europa, quizás con algún retraso puntual, pero existen muy buenas redes, que son fundamentales para conseguir avances en estos tiempos”. En el caso concreto de las Humanidades se ha insistido mucho en la aplicación práctica y en la dimensión a la sociedad, al igual que se hace en otros campos de la investigación. De acuerdo con el decano de Filología, “la transferencia se hace, aunque quizás no existen los parámetros para medirlas, y en cuanto a la aplicación práctica, muchas veces en Humanidades no se ha querido ver la distinción entre investigación básica y aplicada, porque no toda puede ser aplicada. No se puede invertir solo en aquello que tenga una rentabilidad inmediata a dos o tres años”.

 

El secretario general de Universidades se declara un ferviente detractor de la división entre ciencia básica y aplicada, ya que para él “sólo hay ciencia buena o mala”. Cree que estamos bastante alineados con Europa, donde “las visiones son completamente transversales, incluso las más técnicas, ya que siempre hay que ver el impacto social y económico de cualquier investigación”.

 

El rector de la UCM opina también que en investigación estamos a la par que Europa, sobre todo en esa transversalidad que señala Pingarrón. Pone como ejemplo al fotógrafo y creador de réplicas facsímiles de cuevas rupestres, Pedro Saura, por cómo en sus trabajos se unen los investigadores de diferentes disciplinas, así que “esa unión ya está hecha, en eso somos muy buenos, y la base de todo lo que somos en la UCM son las Humanidades”. Goyache reconoce echar un poco más en falta la parte académica, con esa unión entre distintas áreas del conocimiento.

 

El decano de Geografía e Historia cree que uno de los grandes problemas es el retroceso de las Humanidades en los planes de estudio en la enseñanza preuniversitaria y también le preocupa la importancia de saber comunicar los resultados, porque “las Humanidades están muy bien posicionadas en investigación, pero la percepción de la contribución que hace la sociedad es mucho menor, y no se aprecia lo que se hace”. Señala, por ejemplo, la importancia de un ERC en el campo de las humanidades que tiene la UCM, que es Álvaro Torrente, director del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, y que según él no tiene toda la repercusión que debiera.

 

Señala Luque, de todos modos, que ya hay muchas líneas de actuación con otras universidades europeas, con estudios de doble grado en las que está involucrada la UCM,y que también hay interconexión con otras muchas universidades de fuera de nuestro continente.

 

Estudiantes con vocación

El rector coincide con el decano de Geografía e Historia en que hay que trabajar en la percepción, porque “muchas veces se piensa que en las carreras de Humanidades sólo entran aquellas personas que no tienen nota para ir a otra facultad, lo que no es así. Hay que trabajar desde la base social, donde no se venda tanto la bata blanca como hacer valer la realidad de la sociedad”. Considera además que “en Humanidades hay estudiantes brillantísimos con una gran vocación por lo que quieren hacer. Hay que desmitificar que no son esenciales, porque al menos en la UCM las Humanidades son fundamentales”.

 

Luque recuerda que la persona que más nota ha sacado en la EvAU en toda España va a estudiar un doble grado de Historia y Filología Clásica, y además “en realidad la inserción laboral de las Humanidades va mucho más allá de lo que se piensa, y están en todas las grandes empresas, porque sus egresados son capaces de resolver problemas, de dialogar, de negociar… Y esos son valores muy apreciados, aunque es un activo que se adquiere de manera casi inconsciente”. Añade Goyache que “hace unos años nadie podía pensar que los egresados de Filosofía iban a estar tan demandados en el mercado laboral, cuando en realidad las Humanidades son la base para el desarrollo futuro de la sociedad”.

 

Según el decano de Filología, las Humanidades son básicas como motor de cambio de la sociedad. Por ejemplo, iniciativas como la Semana del Orgullo se generan en el ámbito de “las Humanidades y ciencias sociales, que actúan como motor de evolución de otras disciplinas, y eso es algo irrenunciable, hay que consolidar, potenciar y desarrollar”.

 

El secretario general de Universidades concluye que desde el Ministerio se puede dejar libertad para que las universidades se desarrollen como mejor lo consideren aportando, para ello, el dinero que va a llegar de los fondos europeos, y que se va a entregar de manera directa a las universidades. En concreto va a ser para digitalización, para proyectos propios o para proyectos interuniversitarios que puedan tener trascendencia. De acuerdo con Pingarrón, “se darán esos recursos suficientes para poder seguir escribiendo el futuro entre todos, y eso es lo mejor que puede hacer un ministerio, molestar poco y ayudar lo máximo posible. Y además como el dinero se dará por el número de estudiantes y del PDI a la UCM le tocará bastante”.