ESTUDIANTES

Julia Huergo, ante la fachada principal de la Facultad de Informática

La complutense Julia Huergo, premio a la estudiante en estudios STEM con mejor nota de acceso

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Jesús de Miguel - 3 oct 2025 11:32 CET

Su 13,95 en las Pruebas de Acceso a la Universidad de 2024 permitió a Julia Huergo (Oviedo, 2006) elegir la carrera que quisiera en cualquier universidad de España. Se decantó por el grado en Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial en la Universidad Complutense. De esta manera, se convirtió en la alumna con mejor nota de toda España en elegir una titulación STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas) en ese curso. Desde este año la Cátedra iDanae (Inteligencia, datos, análisis, estrategia) de la Universidad Politécnica de Madrid y la empresa Management Solutions, con la colaboración de la Fundación de la Real Academia de Ciencias de España, convoca un premio –hasta el 31 de octubre está abierta la convocatoria de la PAU de 2025- para reconocer a la estudiante STEM con mejor nota de acceso. Julia ha sido la primera ganadora. “Me escribieron de la Secretaría de Estudiantes de la Facultad [de Informática] informándome de que tenía la mejor nota de la Facultad y de que podía presentarme a este premio. Lo hice y me lo han dado”, resume sin darse ninguna importancia.

 

Julia, según cuenta, siempre ha sido de buenas notas. Reconoce que las matemáticas han sido su asignatura favorita, “pero las de letras también me gustaban mucho”. Cuando optó por estudiar Bachillerato de Ciencias se dio cuenta de que pocas de sus compañeras hacían lo mismo. “Casi todas hicieron la rama Biosanitaria. En mi clase, de 30, éramos solo 8 chicas. Pero en Biosanitaria había incluso menos chicos”. En la universidad la tendencia no ha cambiado. “De los 30 que somos, creo que solo estamos 4 chicas”.

 

Julia no tiene una respuesta clara a por qué sucede esto, a por qué el género parece condicionar los estudios que se realizan. “No lo sé. Igual en el caso de las ciencias no hay tantas chicas que les gusta, aunque me parece un poco raro porque no veo que deba ser algo que tenga mucho que ver con el género. Yo tampoco me esperaba que fuese a ver tanta diferencia. Y la razón, la verdad es que no la sé. No sé si es porque tira un poco para atrás que siempre parezca que en ciencias la mayoría son chicos, y al revés, lo mismo le pasa a un chico que quiere meterse en enfermería, que igual tampoco le apetece estar con tantas chicas… O que los trabajos parezcan más aburridos… No sé, la verdad”.

 

Julia confiesa que ella nunca valoró la variable del género a la hora de elegir carrera. “Mi hermana hizo mates y ciencias de la computación y trabaja en Google. Como ella se dedicaba a eso tampoco nunca vi las ciencias como algo para chicos, porque siempre vi que le gustaba siendo una chica”. El referente de su hermana ayudó, por tanto, a Julia a no sentir ningún tipo de predisposición a no tirar por las ciencias. No obstante, tampoco cree que el problema esté en la falta de referentes femeninos en este campo. “No creo que sea algo que influya mucho lo de los referentes. Creo que igual está un poco idealizado eso de que lo focalices en admirar a una persona. Me parece que es más referente la imagen que tiene una empresa o, incluso, casi más el edificio que tiene una empresa grande. Me parece que causa más impresión en la gente que te apetezca vivir en cierta ciudad o hacer cierto trabajo, que el que haya una persona en particular que lo haga. Aunque es cierto que si hay alguien cercano a ti, como puede ser mi hermana en este caso, te puede ayudar”.

 

De todos los estudios universitarios que se imparten en España, Julia eligió el grado en Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial en la Universidad Complutense. Reconoce que el hecho de venirse a Madrid influyó en su decisión. “Me apetecía mudarme y vivir en un sitio nuevo, y Madrid me gustaba”. Pero fue el plan de estudios de la carrera el que la convenció: “Me gustaba mucho esta carrera. Es muy nueva - este año llegan a cuarto los primeros alumnos- y el plan lo vi como muy ajustado a lo que se pide ahora en los trabajos. Estaba como muy enfocado en la industria y como hay muchas ramas a las que te puedes dedicar dentro de la informática y de la inteligencia artificial y de los datos, pues me pareció que tenía muchas opciones. Me gustaban las asignaturas así por encima mirando el plan de estudios, aunque evidentemente tampoco tenía tan claro lo que se iba a hacer porque hasta que no llegas no lo sabes. Pero sí, no sé, me llamó la atención y me pareció buena opción”, resume.

 

El primer curso ha confirmado su elección. “Me gusta mucho, Antes de entrar, como decía, tampoco tienes claro si te va a acabar de encajar, y siempre está la opción de que no te guste y tengas que cambiar. Pero al final, muy bien, me parece muy práctica, muy interesante y ahora no me apetecería estudiar otra cosa, la verdad. O sea que muy bien”. Reconoce que con sus pocas compañeras de clase ha hecho más piña, aunque al final “nos juntamos con los chicos todo el tiempo”. Su idea cuando termine el grado es trabajar, “si tengo suerte, en alguna gran empresa tecnológica, “para así aprender más cosas. Y luego, pues ya veré si me gusta más una cosa u otra, y me cambiaré de trabajo probablemente como casi todo el mundo, pero no sé, como hay tanto flujo en esta industria en particular, pues, no lo tengo tan claro todavía, pero en una empresa seguro, que al final es a lo que está súper enfocada esta carrera”. El futuro también lo ve en España, probablemente en Madrid, donde vive encantada en el Colegio Mayor Santa Mónica, pero sin descartar ni mucho menos algún paso por el extranjero. Sin ir más lejos, el próximo curso o el siguiente, aún no lo ha decidido, tiene previsto ir de Erasmus a alguna universidad europea. “En el futuro me veo en España, pero mientras que tenga veintitantos me quiero mover más”.