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Visita a la exposición del legado documental del legado de Blas Cabrera en la Facultad de Ciencias Físicas. Fotografía: Facultad de Físicas

La Complutense recibe el legado documental de Blas Cabrera

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Francisco Rivas - 12 jun 2023 10:57 CET

Blas Cabrera (1878-1945) fue uno de los pocos físicos españoles que se codeó con los grandes de su época en los famosos Congresos Solvay, donde compartió protagonismo con Niels Bohr, Werner Heisenberg, Marie Curie o Albert Einstein. En España fue el fundador y director del Laboratorio de Investigaciones Físicas y rector de la Universidad Central, el antiguo nombre de la Universidad Complutense de Madrid. Represaliado por el franquismo tuvo que marcharse al exilio y allí murió en 1945. En el año 2021 la UCM realizó un acto de reparación y reconocimiento de Cabrera y de otros rectores represaliados por el franquismo, y poco después la Ley de Memoria Democrática declaró nulas de pleno derecho aquellas depuraciones, con lo que no sólo se reconoce que no fueron justas, sino que se niega la existencia jurídica de esas resoluciones. La recuperación de Blas Cabrera se ha completado este 9 de junio cuanto todo su legado documental ha pasado a formar parte de los fondos de la Complutense.

 

En la presentación de la llegada del legado a la UCM, y de la exposición que lo conmemora, el decano de la Facultad de Ciencias Físicas, Ángel Gómez, y la secretaria general de la Complutense, Araceli Manjón-Cabeza, han coincidido en señalar que este es “un gran día”. De acuerdo con el decano, la llegada del legado sirve para recuperar uno de los referentes históricos de nuestra Universidad, “que puso a España en el mapa de la Física al más alto nivel internacional”.

 

Entre los más de 60 documentos, con 1.500 páginas manuscritas, en la exposición se muestran todos los que tienen que ver con su paso por la Complutense, desde su nombramiento como auxiliar interino, catedrático, vicerrector y rector. Más allá de su méritos académicos y científicos tuvo otros muchos de carácter personal como el hecho de haber sido el anfitrión, en “todos los sentidos: científico, político, académico, de Albert Einstein, a quien promovió para su nombramiento como doctor honoris causa”.

 

Otra de las facetas que destacó el decano sobre Blas Cabrera fue su afán divulgador, “de explicarle a los demás, a las generaciones futuras, lo que él había aprendido”. Carmen Cabrera Navarro, nieta de Blas Cabrera, añadió que “don Blas fue de los pocos científicos españoles que logró trascender a nivel europeo, compartiendo y aportando ideas con los padres de la física cuántica y moderna”. Por eso, antes de morir su padre, hace ya treinta y cuatro años, “decidió depositar el legado en manos del profesor Francisco González de Posada para que difundiera su obra”, con el deseo de que su legado estuviera depositado en Madrid, “de donde don Blas nunca quiso marchar y donde desarrolló toda su extensa labor entre la Universidad Central, el Instituto de Física y Química, hoy parte del CSIC y recientemente renombrado con el nombre del abuelo, y la Academia de Ciencias”.

 

El propio González de Posada, de la Real Academia de Doctores, hizo un repaso exhaustivo de la historia contextualizada de los documentos manuscritos de Blas Cabrera, así como de los muchos homenajes que se le han hecho, especialmente en Canarias y, especialmente en la Universidad de La Laguna. En su discurso no faltaron las referencias a científicos coetáneos de Cabrera como Enrique Moles, Miguel Catalán Salvador Velayos o Ángel Vián Ortuño, ni tampoco a la importancia de las inversiones de la Fundación Rockefeller en el avance de la ciencia española.

 

Isabel León Pérez, vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad de La Laguna, señaló que, como representante de su universidad, pero también como filóloga, se congratula de una celebración como esta en la que se puede “comprobar cómo la palabra escrita, una vez más, sabe custodiar y preservar con celo el saber y la ciencia, aún a pesar de que acontezcan circunstancias muy adversas, y por encima de las fronteras del espacio y del tiempo”. De acuerdo con ella, se recupera “la memoria de este científico de talla internacional indudable, siempre orgulloso de sus raíces canarias, que permaneció sofocada y silenciada respecto a la de otros contemporáneos suyos, a pesar de haber contribuido de forma determinante a la física de su tiempo, a la física de ahora y también a la del futuro”.

 

Aseguró la vicerrectora que Blas Cabrera “sostenía que el conocimiento científico debía utilizarse siempre en favor de la humanidad, así que la puerta por la que hoy se encuentran universidad y sociedad es una puerta grande por la que regresa con justicia su figura, a través de sus textos, para que el conocimiento se ponga al servicio de las personas y para conocer mejor a alguien que, desde la excelencia y el compromiso generoso, se esforzó ejemplarmente para hacer nuestro mundo mejor”.

 

La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino Matute, recordó que han renombrado uno de sus institutos como de Química Física Blas Cabrera, ya que “era un científico, era un maestro y también un gestor, era uno de esos hombres del Renacimiento en pleno siglo XX, que lograban hacer de todo gracias a impulsos como el de la Junta de Ampliación de Estudios, que fue una piedra de libertad y autonomía que colapsó durante la terrible guerra que tuvimos en nuestro país, la Guerra Civil, y la posterior dictadura qué supuso la depuración de muchísimos científicos”.

 

Concluyó el acto de presentación del legado la secretaria general de la UCM, Araceli Manjón Cabeza, quien contó el proceso desde que conoció la figura de Blas Cabrera hasta que consiguió, con el apoyo de la familia, que todo su legado documental venga a nuestra Universidad. Ahora queda, de acuerdo con sus propias palabras, una larga labor de ordenar, documentar y preservar todos esos documentos, escaneándolos para que estén abiertos a toda la comunidad investigadora.