INVESTIGACIÓN

Laura Álvaro Gómez, ganadora del premio Claudine Hermann 2023 de la Sociedad Francesa de Física

La investigadora complutense Laura Álvaro, premio Claudine Hermann de la Sociedad Francesa de Física

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Jesús de Miguel - 19 sep 2025 11:34 CET

Laura Álvaro Gómez, contratada postdoctoral en el Departamento de Física de Materiales de la UCM, ha sido reconocida con el premio Claudine Hermann 2023, que concede la Sociedad Francesa de Física anualmente a la mejor tesis doctoral en Física de la Materia Condensada. La investigadora complutense pudo optar al premio al haber realizado la tesis en co-tutela entre la Universidad Complutense y la Universidad Grenoble Alpes, bajo la dirección Olivier Fruchart, de Spintec (SPINtronique et TEChnologie des Composants) de Grenoble, y Lucas Pérez, catedrático de la Facultad de Ciencias Físicas de la UCM.

 

La investigadora y su codirector de tesis nos reciben en el despacho del catedrático, en el Departamento de Física de Materiales, “que es un poco más grande que el de Laura, que comparte con otros investigadores”, explica Lucas Pérez. Han pasado pocos días desde que recibieron la notificación del premio y el catedrático complutense escribiera a Tribuna Complutense comunicando la singularidad de este reconocimiento.

 

- Contarnos, cómo llega una estudiante española a recibir un premio a la mejor tesis realizada en Francia…  

- Laura Álvaro Gómez: La verdad que es bastante curioso cómo se fraguó todo. Yo estudié Física en la Universidad Autónoma de Madrid, y mi Trabajo de Fin de Grado lo hice en IMDEA Nanociencia, bajo la dirección de Lucas Pérez y el profesor de la UAM Julio Camarero.

- Lucas Pérez: Yo soy catedrático complutense e investigador asociado en IMDEA Nanociencia.

- Laura: Allí conocí a Lucas. Yo ya terminé el grado y me fui a Francia, a Grenoble, a hacer el máster. Hice el máster en nanofísica, y, bueno, mi idea no era quedarme en investigación, sino que era más vivir en un sitio nuevo, en una ciudad que me gustaba mucho, en los Alpes, la montaña, aprender francés… Tenía, puede decirse, otras motivaciones, no solo la ciencia. Allí el Trabajo de Fin de Máster tiene una modalidad totalmente presencial en un laboratorio durante seis meses, y para mí fue como un inicio en la investigación, y me hizo darme cuenta de que me gustaba bastante. El caso es me ofrecieron quedarme allí para hacer el Doctorado, pero no tenía muy claro si quería quedarme cuatro años más en Francia. Y justo cuando estaba decidiendo qué hacía, me escribió Lucas.

Lucas: Sí, en paralelo, yo conocí al otro director de la tesis, a Olivier Fruchart, que es investigador en Spintec [laboratorio de investigación en espintrónica de la Universidad Grenoble Los Alpes]. Nos conocimos en un congreso en Zaragoza y charlando nos pareció que podría ser interesante empezar a trabajar conjuntamente, ya que trabajábamos en temas muy parecidos. Y entonces pensamos que lo mejor sería encontrar a alguien que quisiera hacer la tesis entre Madrid y Grenoble. Y claro, yo conocía a alguien que había vivido en Madrid, había estudiado en Madrid y que en ese momento estaba precisamente en Spintec. Fue todo como mucha casualidad. Escribí a Laura y Laura me dijo: pues vale.

Laura: Me dije: es perfecto, me permite seguir en Francia, pero también en Madrid, que al final, soy de Madrid y tengo aquí mi vida. Y así se fraguó la tesis.

Lucas: Y lo bonito, yo creo, de la tesis es que no solo ha dado lugar a la tesis de Laura, sino a una colaboración muy intensa, que ya es prácticamente amistad, con la gente de Spintec. Ahora que Laura ya terminó la tesis, hay otra persona, Lucía Gómez Cruz, haciendo otra tesis doctoral también entre nuestro grupo y el mismo grupo de Spintec, también dirigida por Olivier y por mí. Entonces es como que, de repente y gracias a todo este cúmulo de casualidades, se ha generado una colaboración muy bonita entre la Universidad Complutense y la Universidad de Grenoble Alpes, y entre este grupo y el grupo de Spintec. Creo que la sinergia con ellos nos está viniendo realmente bien, porque trabajamos en los mismos sistemas, pero desde aproximaciones muy diferentes.

 

- ¿Cómo surgió la oportunidad de presentaros al premio?

- Laura: Lo presentó Oliver Fruchart cuando yo acabé la tesis a la Sociedad de Física Francesa. Recuerdo que cuando nos lo comentó a mí me sonó como algo muy lejano y dije pues por qué no, en la vida hay que pedir las cosas, pero se me fue de la cabeza rápido… Nunca lo vi ni una posibilidad, es un premio a nivel nacional para toda la comunidad de materia condensada y yo sé que hay mucho nivel en las tesis doctorales… Entonces a mí se me olvidó el premio por así decirlo, hasta que a finales de este mes de agosto, cuando estaba de vacaciones, me llegó un mensaje de un amigo felicitándome por el premio. ¿Qué premio?, le pregunté.

 

- Porque, además, ya habían pasado dos años desde que hiciste la tesis…

Lucas: Hay una convocatoria todos los años. En Spintec estaban un poco sorprendidos de que no se hubiera fallado la de 2023. Algún problema tuvieron… Es un premio que concede la Sociedad Francesa de Física a dos tesis doctorales todos los años en física de la materia condensada y bueno, pues hemos tenido la suerte de que la de Laura ha sido una de las premiadas.

 

- ¿Quién era Claudine Hermann, la persona que da nombre al premio?

- Laura: Fue un referente en física en Francia y también un poco en el rol de la mujer y la ciencia. En el año 2000 creó una plataforma para mujer y ciencia y, por eso, este premio siempre se otorga a un hombre y a una mujer para promover esa igualdad.

 

- Hablarnos un poco de la tesis, ¿cuáles son sus aportaciones?

- Laura: La tesis trabaja sobre un sistema magnético: los nanohilos cilíndricos. Estos nanohilos son sistemas tridimensionales que permiten almacenar la información en tres dimensiones en vez de en el plano, como se suele hacer en la mayoría de almacenamiento magnético hoy en día, pero que ya ha llegado a un límite tanto de densidad, espacio, velocidad o materiales. Entonces lo que hacemos aquí en el laboratorio es que fabricamos estos nanohilos y podemos ir alternando localmente su composición para elegir zonas de anclaje de los bits de información preferenciales. Nuestra investigación también se basa mucho en ir a sincrotrones, sobre todo al Sincrotrón de Alba, en Barcelona, o al de París, que se llama Soleil Synchrotron. Y en estos sincrotrones, los rayos X que emite el sincrotrón atraviesan nuestros nanohilos y nos permiten ver cómo es la emanación en tres dimensiones de nuestro sistema, y no solo eso, sino que mientras hacemos imagen podemos enviar pulsos de alta frecuencia a través de los nanohilos, que nos permiten ver cómo las paredes de dominio magnético, donde se anclarían los bits de información, se mueven a velocidades mayores a 1 km por segundo y de forma controlada. El magnetismo tridimensional es un tema muy emergente. La primera vez que se pudo visualizar un nanohilo fue en el 2017 en el sincrotrón y que se pudo meter corriente, en 2019. Es una técnica bastante reciente que está creciendo mucho y, de hecho, está dando lugar a nuevos fenómenos, que son posibles de observar también experimentalmente como la emisión de ondas de espín. Por lo tanto, es un trabajo muy experimental, pero también hacemos simulaciones micromagnéticas y modelos teóricos para predecir y entender qué es lo que ocurre.

- Lucas: Sí. La idea es que hay un problema en todas las tecnologías de la información, que es que la capacidad de almacenamiento y de proceso de datos está llegando a un límite. Y un límite fundamentalmente relacionado con que consumen una auténtica barbaridad de energía. Entonces hay varias propuestas en el mundo sobre cómo ir un poco más allá y una de ellas es esta: utilizar la tercera dimensión, hacer estructuras con una geometría diferente y que tienen dos gracias: por un lado, permiten seguramente hacer dispositivos más eficientes y, por otro lado, explorar más allá la física. La tesis de Laura es una de las primeras en las que se ha encontrado una nueva física, que probablemente permita en el futuro cercano hacer nuevas tecnologías para almacenar información, para computación neuromórfica, para otra serie de cosas. Es como decir que llevamos 60 años haciendo lo mismo en tecnología y vamos a intentar cambiarlo todo. Es una aproximación radicalmente diferente y es un poco el lío en el que estamos con Spintec, intentar, ahora desde un punto de vista muy, muy, muy básico -movemos por ahora como 10 bits, muy poquitos bits-  ver si existe una forma más eficiente, más rápida y que consuma menos energía para guardar los datos y moverlos y almacenarlos en la sociedad digital. Ese digamos sería un poco el futuro. En el presente tenemos que jugar a nivel muy de escala de laboratorio, hacer una investigación muy básica, que es lo que hizo Laura, para abrir la puerta. Ahora ha abierto la puerta a Lucía, luego a Claudia, que viene a hacer la tesis detrás y, bueno, pues un poco ir ahí avanzando.

 

- Y como no te querías perder esto, Laura, te has venido para acá…

- Laura: Así ha sido, la verdad es que tampoco imaginaba que me iba a quedar en ciencia, igual que tampoco me imaginaba que iba a entrar en la UCM. Pero la verdad es que trabajar con Lucas es una maravilla, no solo a nivel profesional, sino a nivel humano y para mí es lo más importante en ciencia. Creo que es un mundo bastante difícil, bastante solitario, bastante frustrante muchas veces. Es muy bonito ahora el premio, pero detrás hay mucho trabajo, muchos equipos engranándose, intentando hacer que un experimento salga… Entonces, encontrar un sitio en el que puedas crecer profesionalmente, pero a la vez estar a gusto, pues lo valoro mucho.

Lucas: Yo creo que hay otra parte bonita de este trabajo y es que todo este trabajo de nanohilos se generó aquí en la Complutense, en las tesis doctorales de Sandra Ruiz Gómez y de Claudia Fernández González, que ahora están en Barcelona, y que trabajan con nosotros en todo este tema, que fueron como el principio de todo, donde ahora están Laura, Lucía… Creo que es un tema muy Complutense, que ahora pues hacemos una parte en Spintec y hacemos otra parte en Barcelona, pero bueno, yo le tengo mucho cariño porque es algo que surgió en la casa. Hace unos años empezamos a trabajar en esto de manera más pequeña y seguimos colaborando con esta gente y van encontrando como su huequito en ciencia en otros sitios.

 

- Y tu futuro, Laura, ¿cómo lo ves?

- Laura: Pues bueno, ahora mismo estoy de postdoctorado aquí en la Complutense y sí que es verdad que me gustaría en algún momento poderme estabilizar en ciencia. Pero bueno, sabemos que no es fácil… Pero bueno, confío que con el tiempo pues pueda encontrar esa estabilidad.