CINE

Carla Quílez y Ángela Cervantes, en "La maternal"

“La maternal”, de Pilar Palomero

Texto: Jaime Fernández - 18 nov 2022 14:21 CET

En los preestrenos cinematográficos que organiza, de manera gratuita para toda la comunidad complutense, la Escuela de Producción UCM, esta semana se ha proyectado la esperada película La maternal, de Pilar Palomero.

 

Carla, una adolescente de 14 años, bastante hosca y desagradable (sobre todo con su madre), se queda embarazada.

 

Tras el éxito de Las niñas, vuelve a escribir otro guion, Pilar Palomero, centrado en un grupo de mujeres, este caso más bien unas niñas que coinciden en que todas se han quedado embarazadas y conviven en una especie de centro de acogida donde las cuidan antes y después del parto. La historia escrita por Palomero deja algunos huecos muy importantes como el hecho de que la niña protagonista no se plantee en ningún momento abortar, teniendo en cuenta que tiene toda la vida por delante y que el embarazo ha sido no deseado, provocado una tarde tonta de juegos con su mejor amigo, tras ver unos vídeos porno en el móvil.

 

Partiendo de esa premisa, que tenemos que creernos (y que es mucho creer), ya podemos entrar en el juego que nos plantea Palomero, de unas niñas que no saben ser madres (aunque realmente nadie sabe) y a las que les supera totalmente la realidad de la maternidad. El guion intenta presentarnos (a modo de pinceladas) historias de las otras chicas embarazadas, algunas de ellas que han sido víctimas de violencia de género y otras que simplemente se dejaron llevar como la protagonista. Y todo en el ambiente un tanto cutre y desangelado que son esas afueras de Barcelona, esos arrabales que contrastan con esa ciudad tan glamurosa.

 

De hecho, quizás lo mejor de la película es ese ambiente un tanto sórdido que crea Palomero, y también bastante deprimente, de las ferias de barrio, de las chicas que se pintan excesivamente y se ponen un chándal como si fueran guapísimas para salir a comerse un kebab.

 

Pero eso sí, no hay que olvidar que el cine de Palomero, como el de otros directores y directoras actuales, se basa en contar una anécdota, en este caso una niña que se queda embarazada, y estirarla un poco por delante y por detrás, pero realmente sin llegar a contar una historia. Es un cine que toma un fragmento y lo muestra, sin más, como si fuera un tiktok, y parece que hay a una gran parte del público que le gusta.

 

Lo mejor de la película, sin duda, es la pareja formada por la niña Carla Quílez y Ángela Cervantes, que interpreta a su madre, una mujer que es un reflejo de en lo que se va a convertir la niña por el hecho de haber traído a un hijo al mundo de manera tan temprana e inconsciente.