INVESTIGACIÓN

Equipo de la Oficina Europea de I+D de la UCM

La Oficina Europea de I+D de la UCM lanza una web sobre Horizonte Europa

Texto: Jaime Fernández - 8 jun 2021 15:36 CET

Por fin, el 28 de abril el Parlamento Europeo ha aprobado el reglamento del nuevo programa marco de investigación e innovación Horizonte Europa, para los próximos siete años, que sustituye a Horizonte 2020. Para ayudar a la comunidad investigadora de nuestra universidad, la Oficina Europea de I+D ha creado una página web en la que se recopilan la información y los recursos formativos relacionados con el nuevo programa. Ignacio Gómez Cuesta, director de la Oficina, explica que en una situación prepandemia se habría organizado una jornada informativa con expertos de organismos facilitadores como la oficina europea de FECYT o el CDTI para que contaran las novedades del programa y cómo va a estar estructurado. Sin embargo, con la pandemia se ha reunido ya tanto material on line que “organizar una jornada no iba a aportar realmente nada nuevo, así que tiene más sentido tratar de recopilar toda esa información y recursos formativos que ya hay en Internet, y ponerlos todos juntos en una web de la UCM, organizada por categorías, por listas de reproducción… para que estén accesibles para nuestros investigadores”.

 

De acuerdo con Ignacio Gómez Cuesta, el valor añadido de esta web, más allá de tener todo organizado en un mismo lugar, es tratar de poner en conexión las nuevas oportunidades de financiación que hay en Horizonte Europa con los servicios que se presentan en la Oficina Europea de I+D de la UCM. Reconoce el director de la Oficina que no ha habido gran ruptura entre Horizonte Europa y el anterior Horizonte 2020, “aunque sí se ha incrementado bastante el presupuesto, que pasa a ser en torno a un 30% mayor en números absolutos, y a pesar de que la COVID-19 redujo las expectativas iniciales de incremento presupuestario se ha quedado en cerca de 100.000 millones de euros para los próximos siete años, lo que es un buen avance”.

 

En este nuevo periodo de programación se busca además unificar todos los programas que ya estaban financiados por la Comisión Europea y que estaban un poco desconectados por su reglamento y el tipo de actividad del programa marco. Ahora se busca cohesionarlos, al menos en lo que concierne a las reglas de participación para que las líneas estratégicas de la Comisión se alineen y permitan obtener sinergias entre los programas. Tiene claro Gómez Cuesta que los programas europeos cada vez tienen más importancia a la hora de financiar la investigación que se hace en nuestra Universidad, porque “hemos pasado de tener una financiación media anual en el Séptimo Programa Marco de en torno a los cuatro millones de euros a tener una que se acerca a los siete millones de euros en Horizonte 2020”.

 

Marie Curie y ERC

Explica Gómez Cuesta que el programa Horizonte Europa financia investigación tanto a nivel individual (la Universidad Complutense es la única beneficiaria de la subvención), como en consorcio. Desde la Oficina se trabaja de forma directa, sobre todo en la investigación de carácter individual, aunque también se ofrecen servicios de apoyo a proyectos en consorcio.

 

En lo que se refiere a la investigación de carácter individual hay dos tipos de convocatorias, que son las Marie Curie y las ERC, para las que la Oficina presta varios servicios. Uno de ellos, “quizás el más importante, es el de revisión de propuestas de aquellos investigadores que se quieren presentar a cualquiera de esas dos convocatorias”. Desde la Oficina Europea les acompañan durante toda la fase de preparación de la propuesta y además, si lo desean, se les puede revisar en los aspectos formales, no en los científicos, porque suelen ser bastante relevantes para tener éxito en las convocatorias.

 

En el caso de los proyectos de frontera ERC no cualquier investigador puede acudir, así que la Oficina Europea ayuda a tomar una decisión a los investigadores que están pensando si presentarse o no. Para ello, se les asesora acerca de si la idea de proyecto que tienen, o si ellos mismos como candidatos, son adecuados para presentarse a una convocatoria de este tipo. Esto es lo que desde la Oficina llaman el servicio “Go-No Go”, algo así como “adelante con tu idea o no”, y lo hacen porque “presentar un proyecto de este tipo consume mucho tiempo y saber de antemano si las posibilidades de éxito son más o menos limitadas, puede llevar a tomar la decisión de invertir el tiempo en esa o en otra convocatoria”. De hecho, muchas veces y de acuerdo con Gómez Cuesta, lo que se hace es recomendar la participación en otra convocatoria con unas posibilidades de éxito mayores.

 

En el caso de las acciones Marie Curie, la Oficina tiene un servicio que consiste en buscar por la UCM grupos de investigación que estén en condiciones, o que tengan interés, de poder recibir investigadores postdoctorales financiados a través de esta convocatoria. Lo que se hace es pedirles a los grupos que rellenen una especie de ficha comercial y se le da una difusión muy amplia a su oferta, de manera que “eso permite a los grupos salir de su red de contactos y ampliar el ámbito al que pueden dirigir su oferta de acogida”.

 

Ahora mismo hay siete ERC activos en la UCM y bastantes más Marie Curie individuales. De hecho, sólo en la última convocatoria se han obtenido siete proyectos de lo que es una de las “joyas de la Oficina Europea”, porque se ha pasado de tener en Séptimo Programa Marco, anualmente, una media de en torno a quince propuestas para Marie Curie, de las cuales una tenía éxito en promedio, a más de cincuenta propuestas, de las cuales en la última convocatoria siete han sido financiadas. Y no solamente eso, sino que de todas ellas casi cuarenta han recibido un apoyo específico por parte de la Oficina, a través del servicio de revisión de propuestas del que se informaba unas líneas más arriba.

 

Esa revisión ha contribuido a que se haya mejorado la tasa de éxito porque además la calidad media de las propuestas también ha subido. Informa el director de la Oficina de que “hay un índice de calidad, que es lo que llama la Comisión Europea el sello de excelencia, y que es una especie de reconocimiento que otorga a las propuestas que se han quedado sin financiación, pero que son muy buenas y han obtenido una puntuación de 85 sobre 100”. La UCM ha conseguido muchos de esos sellos de excelencia, aunque “no es un mérito de la Oficina, sino que la calidad de los investigadores complutenses es muy buena, colaboran con gente igual de buena y atraen directamente a candidatos que también lo son”.

 

En cuanto a las temáticas que se financian, la pandemia no ha provocado un vuelco general, aunque “sí ha afectado a cuestiones presupuestarias y a la planificación del programa que tendría que haberse aprobado mucho antes, y eso ha hecho que haya convocatorias que deberían estar abiertas y ahora van con un mes o más de retraso, como por ejemplo las Marie Curie”.

 

La Oficina

Reconoce Gómez Cuesta que cada vez hay más carga de trabajo, por la mayor participación de los investigadores en programas europeos, pero los recursos son limitados, y algunos miembros del personal contratado en la Oficina se financian en parte con financiación externa que no siempre es accesible. En total son siete personas estructuradas en dos áreas, una de gestión de proyectos y otra de promoción. Desde el área de promoción se trata de fomentar y facilitar la participación de la Universidad en convocatorias europeas de investigación. La gestión económica, la contabilidad, se hace en la Fundación General de la UCM, mientras que el área de gestión de la Oficina se encarga de hacer la justificación de las ayudas y de dar soporte para las auditorías.

 

Desde hace un par de años hay además una persona en la Oficina que se encarga de gestionar todo lo relativo a un gran proyecto europeo, UNA4CAREER, que les concedieron para cofinanciar la convocatoria de contratos postdoctorales de la UCM. Asegura el director de la Oficina que ese fue el primer proyecto que, de alguna manera, se nutrió de la idea de la alianza Una Europa y va a recibir de la UE casi cuatro millones y medio de euros, lo que lo convierte en el proyecto europeo más grande de la Universidad, para financiar dos convocatorias postdoctorales con la idea de que la convocatoria de la Complutense se convierta en internacional y así ser capaces de atraer talento de fuera en unas condiciones salariales más atractivas.