CURSOS DE VERANO

Arriba, Pilar Ramón-Pardo. Abajo, el profesor González Zorn, desde el aula

La OMS alerta del aumento de la resistencia a antimicrobianos que está provocando la COVID-19

26 jul 2021 17:20 CET

Pilar Ramón-Pardo, coordinadora del Programa Especial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las Américas, ha alertado del efecto que está teniendo la Covid-19 en el aumento de infecciones por resistencia antibiótica, de su mortalidad asociada, así como el resurgimiento de resistencias que se creían controladas. La doctora Ramón-Pardo –participante en el curso “Resistencia a antimicrobianos: la otra pandemia”, que dirigen Bruno González  Zorn y Rafael Cantón- ha señalado la necesidad tanto de adecuar el uso de antibióticos a sus necesidades reales como de recuperar los programas de control de infecciones que se venían realizando, pero que la Covid ha dejado postergados.

 

Aunque Ramón-Pardo ha ofrecido los datos  que maneja la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la OMS para las Américas –“que va desde Alaska a la Patagonia”, como enfatizó, lo cierto es que el problema se extiende de manera global. La doctora explicó, de manera muy gráfica, que sobre todo al comienzo de la pandemia, en el 94% y en muchos lugares en el 100 % de los casos graves de Covid se dispensaban antibióticos. Según explicó, pronto se vio que su efecto era muy bajo, ya que solo en alrededor de un 10 por ciento de los casos existía una infección secundaria. Exactamente, solo tenían infecciones bacterianas el 7 u 8 % de las personas hospitalizadas, porcentaje que aumentaba hasta el 14 por ciento en quienes estaban en las unidades de cuidados intensivos. Sin embargo, en las UCIs el 72 por ciento de los ingresados recibían antimicrobianos de amplio espectro.

 

Esta sobreprescripción de antibióticos se ha tratado de disminuir haciendo llegar información y guías tanto al personal sanitario como a organizaciones y gobiernos. De hecho, en la actualidad solo está aconsejado el uso de antibiótico en personas ingresadas con alta sospecha de sufrir infección bacteriana. El aumento de la resistencia antibacteriana ha quedado patente en países como Chile o Argentina, donde la monitorización de casos funciona mejor, donde se ha comprobado el aumento de la resistencia a antibióticos carbapenémicos, y en varios países se está viendo cómo resurgen enfermedades fúngicas, que se creían controladas, como las mucormicosis, aspergilosis o cándida auris.

 

También en los propios hospitales, debido a su masificación, han surgido, según indicó la responsable de la OPS, numerosos brotes hospitalarios, que han tenido una alta mortalidad y, en el mejor de los casos, un aumento de la duración de la estancia hospitalaria por infecciones multirresistentes. Además, la Covid, según denuncia la doctora Ramón-Pardo, también ha significado una drástica disminución de las prácticas de control de infecciones que durante las últimas décadas poco a poco se habían ido realizando a través de la implantación de una extensa red de laboratorios de microbiología.

 

De acuerdo con la coordinadora del Programa Especial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos en la OPS -quien tuvo que intervenir on line desde las cercanías de El Escorial, al estar en aislamiento por contacto estrecho con un caso de Covid-, las soluciones pasan por retomar precisamente las medidas y acciones vinculadas a este programa, que desde hace años aplica una mirada One Health, es decir aunando la sanidad humana, la animal y el medioambiente. La clave es mejorar la concienciación y comprensión del problema; aumentar la vigilancia y la investigación; reducir la incidencia de las infecciones; utilizar de forma óptima los antimicrobianos y asegurar una inversión sostenible.