Texto: Ángel Aranda - 11 mar 2022 11:50 CET

Zombis, nazis y la Guerra Civil Española componen una combinación aparentemente incompatible para el desarrollo de una película, a no ser que, como en el caso de Malnazidos, el tono de comedia se convierta en una de sus características principales. Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro, directores del filme y su protagonista principal, Miki Esparbé, se han pasado este jueves, 10 de marzo, por la Facultad de Ciencias de la Información para comentar el preestreno de esta propuesta singular, en un coloquio moderado por el profesor Ildefonso Soriano, delegado del decano para la Escuela de Producción.   

La acción transcurre en plena Guerra Civil Española, cuando el capitán del bando nacional Jan Lozano (Miki Esparbé) y el soldado Decruz (Manel Llunell) caen prisioneros en manos de un pelotón republicano comandado por el Sargento (Luis Callejo), la miliciana Matacuras (Aura Garrido) y el soldado Mecha (Álvaro Cervantes), entre otros. Pero a partir de entonces, los componentes de ambos bandos se ven obligados a unir sus fuerzas para luchar contra un enemigo común: unos extraños seres que recobran la vida después de su muerte.

Los directores, Javier Ruiz Caldera (Promoción Fantasma, Superlópez) y el hasta ahora montador Alberto de Toro, decidieron emprender este proyecto de forma conjunta hace casi una década, tras leer la novela “Noche de difuntos del 38”, escrita por Manuel Martín Ferreras. Hablaron con el productor –y guionista- Cristian Conti, que enseguida se puso a trabajar en la adaptación del guion junto con Jaime Marques tras hablar con Tele 5, cadena televisiva que produce el filme. “La película se rodó a comienzos de 2019 y se tenía que haber estrenado el 11 de septiembre de 2020, pero al inicio del confinamiento recibimos la llamada de que eso no iba a poder pasar”, ha apuntado Alberto de Toro en referencia al desencadenamiento de la pandemia originada por la COVID-19, que sin embargo no pudo impedir el estreno de la cinta en el Festival de Sitges de 2020.

Cuestionado por un estudiante acerca de las referencias a la hora de desarrollar la película, Ruiz Caldera ha señalado que cuando se dirige de forma conjunta, la comunicación tiene que ser muy fluida y por lo tanto se tiene que hablar mucho de cine y de películas a la hora de moldear un poco más la historia. “Con los actores hablamos de las películas de Indiana Jones, de las de Bruce Willis con la Jungla de Cristal, de las de John Carpenter y de las de George A. Romero, que es el padre de los zombis”, ha comentado el director.

En este sentido, Alberto de Toro ha remarcado que Malnazidos es una película de Serie A por presupuesto, por actores o por estética, pero que “queríamos que tuviera un tono de serie B, que es el cine que nos gustaba y que nos gusta”. Además, el codirector encuentra otras referencias para su filme en el Western, y más concretamente en películas como Raíces profundas (George Stevens, 1953) o las de Clint Eastwood El jinete pálido (1985) o Infierno de cobardes (1973), así como referencias estéticas muy marcadas en el cómic Eloy, de Antonio Hernández Palacios.

En cuanto a la adaptación de la novela de Manuel Martín Ferreras, Alberto de Toro ha resaltado que el escritor es un autor “agradecido”, porque es consciente de la transformación que ha sufrido su libro para convertirse en película. “Es absurdo que un autor pretenda que se haga una traslación directa de las páginas de la novela a la pantalla, porque es un formato completamente diferente”, asegura De Toro, quien señala además sobre Martín Ferreras que “está encantado con la adaptación e incluso dice que hemos mejorado la novela, cosa que no es verdad”.

En todo caso los directores reconocen que su mayor aportación para la traslación del libro a la pantalla, “ayudados y empujados por Tele 5” ha sido el de dotarle a la historia de un tono de comedia que el libro no tenía, ya que se trata de una novela bélica más seria y documentada, al menos hasta que los zombis entran en acción. “Estamos súper contentos de esa pátina de comedia que tiene la película, porque, aunque no es una comedia tiene mucho sentido del humor, y creo que eso le viene muy bien a los personajes”, ha señalado el director.

Por su parte, Miki Esparbé ha explicado que, a pesar de que su papel es el que adquiere un mayor protagonismo a lo largo de la película, al tratarse de una historia muy coral, muchas veces los personajes tienen que estar en un segundo o tercer término, aunque en este caso “nos daba un poco igual porque todos los personajes tienen su secuencia, tienen un momento en la película en el que pueden lucir mucho, y eso era fundamental”.

En cuanto al trabajo con los directores, a los que ha definido como “un monstruo con dos cabezas”, Esparbé ha señalado que ambos tenían muy clara la historia y las particularidades de cada personaje, “y así da gusto”. Sobre su trabajo en el filme, el actor catalán ha apuntado que “en esta película tienes relativamente fácil contar un viaje porque tienes mucho peso. Lo importante cuando tienes poco peso es que puedas contar un arco muy amplio y, en este caso, el arco venía dado por el guion y por el trabajo de los dos directores”.

En relación al rodaje, Esparbé ha comentado que fue “muy duro dentro de unos márgenes”, al tener que rodar varias jornadas nocturnas o lidiar con un vestuario bélico y de época, aunque todos los esfuerzos se vieron recompensados con el resultado final y por la relación que se estableció entre los componentes de todo el elenco. “Es cierto que cuando vas bien rodeado y en el equipo va todo el mundo muy a favor, todo es mucho más ameno. En las escenas corales tenemos que estar todos a una, y desde el minuto cero se generó muy buen rollo en el equipo artístico y también con el equipo técnico”, ha subrayado el actor.