5 abr 2024 09:29 CET

La Facultad de Ciencias de la Información, dentro de las proyecciones cinematográficas de la Escuela de Producción UCM, que coordina el profesor Ildefonso Soriano, ha preestrenado Matusalén, de David Galán Galindo. Tras el visionado del filme se ha podido disfrutar de un debate con el director, el coguionista Fernando Hernández y las actrices Lucía de la Fuente y Elena de Lara.

El Alber es un rapero que ha pasado ya de los cuarenta y que vive de sus padres, o de su abuelo, al que su padre le reta a matricularse en la universidad, y aprobar al menos un curso completo si quiere seguir viviendo a la sopa boba en su casa.

La idea original de la película, de acuerdo con Fernando Hernández, uno de sus guionistas, era hacer una historia con un anciano (que iba a interpretar Arturo Fernández) y su confrontación generacional con los estudiantes. Por suerte, Hernández y David Galán Galindo hablaron sobre el tema y este último se hizo con las riendas del proyecto y transformó al protagonista en un cuarentón (Julián López) y además rapero. Los dos, junto a María José Moreno, firman el guion final en el que hay, seguramente, mucho más del director que de sus dos colaboradores en la escritura.

Y es así, porque el propio Galán Galindo confiesa sus dos grandes pasiones: el rap y el cómic. La primera de ellas ya la ha cubierto cinematográficamente con esta película, en la que salen gran parte de sus amigos del mundo del hip hop, y la segunda la cubrió con su primer filme, Orígenes secretos, y con sus propios cómics, el último de los cuales, Pro, sale este mismo mes de abril de 2024.

El guion de Matusalén lleva al protagonista a la Facultad de Ciencias de la Información (aunque está rodada en la Facultad de Medicina, al parecer por motivos presupuestarios), y allí se encuentra con el mundo de los millenials que no saben lo que es el rap ni les importa, pero también con el amor de su vida, periodista y profesora, que lleva a su hija para que se matricule con la intención de convertirse en influencer. Se incluye además un tercer nivel de relaciones, que es la establecida con el abuelo (interpretado por Manuel Galiana) que con 80 años decide casarse de nuevo, y que es igualmente de juerguista, o más, que el protagonista de la historia. Y, por supuesto, están los padres, que no son otros que María Barranco y Antonio Resines, que ven trastocada su vida tranquila para tener que acoger a su hijo en casa, al menos hasta que se dé el esperable batacazo en la universidad. De todos modos, no hay que asustarse, porque esta es una comedia amable y sabemos cómo va a acabar, incluso para unos matones de barrio.

Galán Galindo demuestra tener mucha mano con la dirección y, sobre todo, con la dirección de los mil actores que ha conseguido para su trabajo. Actores que han llegado ahí, porque les ha ofrecido un papel diferente al que han hecho siempre, aunque sea un pequeño cameo, como dice el director, o quizás, como afirma el guionista Fernando Hernández, porque la película la produce Enrique Cerezo, que es el hombre con más contactos de la industria cinematográfica española.

Junto a un reparto, con otros nombres míticos de la comedia española como Alberto San Juan, Roberto Álamo, Jorge Sanz, Carlos Areces, Adrián Lastra, Miguel Rellán, Enrique Villén, Rober Bodegas, Alberto Casado…, están las actrices Laura de la Fuente y Elena de Lara, que aportan ese lado de inocencia de novatas de universidad que crecen a lo largo de la película a la sombra bienhechora de su protagonista absoluto, un creíble Julián López, muy bien acompañado por Miren Ibarguren.