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El profesor Alario recibe el aplauso de los presentes tras serle entregada la Medalla

El profesor Miguel Ángel Alario recibe la Medalla Complutense al Mérito Docente e Investigador

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Francisco Rivas - 29 ene 2024 00:00 CET

A solicitud de su Facultad, la de Ciencias Químicas, -a la que llegó como estudiante en 1959 y en la que desde 1975 es profesor- y aprobada por unanimidad por el Consejo de Gobierno de la Universidad, Miguel Ángel Alario Franco (Madrid, 1942) recibió este 26 de enero la primera Medalla Complutense al Mérito Docente e Investigador. “Un momento histórico y emocionante para mí”, señaló el homenajeado, que la universidad aprovecha para, como afirmó el rector Joaquín Goyache, “señalar un modelo, que la vida y obra destacada de un maestro como él pueda servir de arquetipo a los actuales universitarios y a la sociedad en su conjunto”.

 

Visiblemente emocionado, pero con su simpatía y naturalidad habitual, el profesor Alario agradeció tanto a su Facultad como al Consejo de Gobierno, la concesión de esta distinción tan “poco frecuente”, pero de “gran valor” para él, ya que premia las dos actividades fundamentales a las que ha dedicado su vida: la docencia y la investigación. Recordó que fue en los años 40, cuando de chaval escuchó la máxima de Confucio Encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar nunca. “Yo decidí en ese momento que me iba a dedicar a la enseñanza”.

 

Y así lo hizo, inspirado en el ejemplo de sus abuelas, Teodosia y Petra, ambas maestras, el joven Alario emprendió un camino que le llevó a la universidad a estudiar Química, a leer la tesis doctoral en 1970, “ampliar estudios” en Gran Bretaña, Francia e Italia, conseguir plaza de profesor de Química Inorgánica en 1975 o poner en marcha una asignatura sobre una nueva materia, la Química del Estado Sólido, que daba sus primeros pasos en Estados Unidos y Europa, y sobre la que ha creado escuela, dirigiendo, como le gusta mencionar, 28 tesis doctorales, de los que 15 de sus autores son hoy catedráticos de universidad, “todos con grupo de investigación propio”.

 

Calcula el profesor Alario que a lo largo de los años habrá impartido clase -“con un estilo moderadamente informal, que me caracteriza, en las que además de aprender trataba que el alumno disfrutase”-, a unos 9.500 estudiantes. Número más o menos equivalente a los kilómetros que lleva nadados, aunque estos aún siguen en aumento, ya que varios días de la semana continúa acudiendo a la piscina, en la que nada 2.000 metros, antes de desayunar “un bocadillo de jamón ibérico, dos cafés y leo la prensa extranjera. Recordando la máxima de Juvenal, la mens no está mal, pero el corpore está bien”.

 

También repasó las tareas de gestión de las que se ha responsabilizado a lo largo de su trayectoria, desde la dirección de su Departamento, el Decanato de la Facultad durante dos mandatos o la presidencia de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. También fue director de los Cursos de Verano –“conseguimos colocar la ciencia en un lugar significativo: la ciencia como parte de la cultura, dejando de lado la idea de las dos culturas”- y durante 12 años miembro del Consejo Académico del Real Colegio Complutense en Harvard.

 

El profesor Alario cerró su intervención -tras agradecer el apoyo recibido a lo largo de su vida por su familia, sus padres, sus tres hijos, sus nietos y su mujer, Marisa- retomando la máxima de Confucio que le guio en su decisión de dedicarse a la docencia, y aún sin ánimo de corregir al filósofo chino, lo cierto es que “tengo que decir que sí que he trabajado, y mucho, aunque eso sí, en cosas que me gustaban”.

 

Tras la intervención del profesor Alario, y como continuación del acto académico con motivo de la festividad de Santo Tomás Aquino, iniciado por la mañana con la entrega del doctorado honoris causa al musicólogo Don Randel, se entregaron los diplomas de nuevos doctores a quienes lograron alcanzar esa máxima distinción académica en las facultades de Químicas, Farmacia, Veterinaria, Enfermería, Fisioterapia y Podología, Ciencias Políticas y Sociología, Ciencias Empresariales y Economía, Ciencias de la Información, Estudios Estadísticos, Trabajo Social, Bellas Artes, Odontología e Informática.