ÁGORA
“Pegatinas del odio”, una exposición que invita a reflexionar sobre el uso de la violencia en el juego político
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Francisco Rivas - 28 ene 2025 16:12 CET
Hasta el 14 de febrero se puede visitar, en el vestíbulo de la Facultad de Geografía e Historia, la muestra “Pegatinas del odio”, organizada por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Vitoria-Gasteiz, en colaboración con el vicedecanato de Estudiantes y Extensión Universitaria, y el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea. En la exposición se puede ver una selección, tanto reproducciones como originales, de las 60.000 pegatinas que Fernando Íñigo Aristu ha ido reuniendo a lo largo de su vida, “lo que le convierte en uno de los mayores coleccionistas de pegatinas políticas que hay en España”.
Nuria Rodríguez Martín, profesora del Departamento de Historia Moderna e Historia Contemporánea, y una de las organizadoras de la muestra, junto a Pedro Barruso Barés y Carmen Menchero de los Ríos, explica que el principal objetivo es que el visitante reflexione sobre la violencia política, “en particular los estudiantes de la Facultad, porque es un tema que se aborda en muchas asignaturas de los grados que aquí se imparten. Y que sirva para concienciarles sobre las consecuencias del terrorismo en nuestro país”.
Como es lógico, teniendo en cuenta el tema de la muestra, prácticamente la mitad está dedicada a ETA y su entorno, mientras que el resto de la exposición exhibe pegatinas de extrema derecha; de grupos anarquistas, autónomos y alternativos de extrema izquierda; del GRAPO y el FRAP, o de grupos armados de Cataluña y Galicia. A pesar de sus orígenes diversos, todas ellas tienen un hilo común, que es “la transmisión del odio, la deshumanización del contrario y, en algunos casos, incluso la justificación del asesinato y el terrorismo”.
La profesora Rodríguez Martín, considera que “estas pegatinas son como puñetazos, lo que se hace todavía más patente en este pequeño soporte, tan efímero, que en apenas unos centímetros condensa el odio y la violencia. A veces utilizan el texto, pero sobre todo son imágenes, más ilustraciones que fotografías, que tienen una fuerza enorme, y al observarlas transmiten muchísima violencia e incluso desazón”.
Informa la organizadora de la muestra de que las pegatinas empezaron a utilizarse como propaganda en la década de 1970, aunque ya se usaban de manera regular en el mundo comercial. En la inauguración de la muestra el propio Fernando Íñigo Aristu explicó que él empezó a coleccionar las pegatinas políticas cuando apenas tenía quince años. Al principio algunas las quitaba de las paredes donde estaban pegadas o las conseguía en fiestas y conmemoraciones de su País Vasco natal, y luego pasó a comprar colecciones e incluso conseguir originales a través de las imprentas.
Rodríguez Martín asegura que la exposición está llamando mucho la atención de los estudiantes, que por suerte no han crecido con la violencia de ETA, pero también es un placer para los profesores, “porque es una forma muy buena de enseñar Historia, con los documentos originales, o con buenas reproducciones, que no se suelen ver en las aulas”. Algunos docentes están organizando visitas con sus alumnos para enseñar la exposición e “iniciar un debate”, ya que se ha hecho coincidir la muestra con el cuatrimestre en el que se imparte la asignatura de Historia de España dentro del grado de Historia.
A la inauguración de la muestra acudieron, aparte de los mencionados anteriormente, Florencio Domínguez Iribarren, director de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, y Raúl López Romo, responsable de Educación y Exposiciones en dicho Centro.