Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 12 abr 2024 10:55 CET

El 11 de abril, la Facultad de Ciencias Químicas ha celebrado el Primer Simposio Internacional en Ciencias Químicas, dentro de los actos que conmemoran el 50 aniversario de la creación de la Facultad. Para la ocasión se ha reunido a cuatro químicos que despuntan en diferentes áreas de dicha disciplina: Erik Bakker, Erick Carreira, Luis Liz-Marzán y Guillermo Mínguez. En la inauguración del simposio les dieron la bienvenida Luis Sánchez, vicedecano de Investigación, Transferencia y Doctorado; la decana Mayte Villalba, y Lucía de Juan, vicerrectora de Investigación y Transferencia, quien confió en que este sea sólo el primero de una larga serie de simposios internacionales.

Erik Bakker, profesor de la universidad suiza de Ginebra, está especializado en Química Analítica, Electroquímica y Química General, y sus contribuciones más relevantes en el campo de la electroquímica se han producido en el desarrollo y aplicación de electrodos selectivos en electroquímica analítica. 

Él mismo explica que su grupo de investigación se centra en comprender, desarrollar y aplicar principios de detección química para una amplia gama de aplicaciones, desde una perspectiva interdisciplinaria que les permite comprender y desarrollar tanto principios fisicoquímicos como modelos asociados. En su grupo de trabajo se planifican y sintetizan materiales de reconocimiento molecular, incluidos materiales poliméricos. Los sensores también se implementan directamente en hospitales “para apreciar las aplicaciones del mundo real y ayudar a tener un impacto directo y positivo en el mundo”.

Bakker ha publicado cerca de cien artículos científicos y ha formado dos empresas de base tecnológica para investigaciones en el campo de la electroquímica.

Erick Carreira es profesor de Química Orgánica en la universidad ETH de Zürich (Suiza) desde el año 1998. Allí, su programa de investigación se centra en la síntesis asimétrica de productos naturales biológicamente activos y estereoquímicamente complejos, para lo que se seleccionan moléculas objetivo que plantean desafíos únicos en la construcción de enlaces asimétricos.

De acuerdo con su universidad, a partir de las áreas de química organometálica, química de coordinación y reconocimiento molecular, el grupo de Carreira desarrolla métodos sintéticos basados en reactivos catalíticos y estequiométricos para el estereocontrol asimétrico. El grupo también participa en química medicinal y biología química, en colaboración con grupos de investigación del mundo académico y de la industria que cubren el ámbito de la biología y la medicina.

Carreira ha recibido diversos galardones en el campo de la química, incluyendo la Medalla de Oro de la Real Sociedad Española de Química en 2018.

Luis Liz-Marzán, director científico del CIC biomaGUNE desde 2013 hasta 2022, es reconocido a nivel internacional por sus investigaciones en nanopartículas metálicas plasmónicas, lo que demostrado en sus de más de cuatrocientos artículos en publicaciones científicas, una veintena de capítulos en libros y las ocho patentes en las que es copartícipe.

De manera más específica, su investigación se centra en el estudio de las nanopartículas metálicas (síntesis, estructuración y propiedades ópticas) desde el punto de vista de la química coloidal, así como en la formación y estructuración de nanopartículas magnéticas y multifuncionales, y en su utilización para el desarrollo de nuevas técnicas de diagnóstico, terapia y bioimagen.

Entre sus muchos galardones, se puede destacar el Premio Rey Jaime I en Investigación Básica, de año 2015.

Guillermo Mínguez Espallargas es profesor titular de Química Inorgánica en la Universidad de Valencia y director del grupo Crystal Engineering Lab en el Instituto de Ciencia Molecular (ICMol), donde actualmente lidera una de las líneas de investigación estratégicas (Metal-Organic Frameworks) del programa científico María de Maeztu.

Mínguez Espallargas ha recibido galardones tan prestigiosos como el Premio Nacional de Investigación para jóvenes “María Teresa Toral” (2022) y el Premio Princesa de Girona (2018). El jurado de este último destacó que la aplicación de sus investigaciones puede generar un destacado impacto positivo en áreas muy diversas, desde el almacenamiento de gases de efecto invernadero, su separación y su conversión a especies inocuas, hasta la detección molecular o incluso la liberación controlada de fármacos.

Entre sus investigaciones recientes están las de materiales análogos al grafeno desde una aproximación molecular, uno de los temas más punteros en estos momentos y con el que se podría revolucionar el campo de los materiales bidimensionales.