REPORTAJE
Thinclient UCM, la solución informática complutense para la adaptación al teletrabajo
11 may 2021 00:00 CET
La pandemia está suponiendo un gran reto para la Universidad en muchos aspectos. Uno de ellos es el paso al teletrabajo de gran parte de la plantilla de personal de administración y servicios, a la que hay que facilitar el equipamiento informático necesario. Los Servicios Informáticos han buscado una opción innovadora, el llamado “Thinclient UCM” o “Puesto de trabajo Complutense”, que permite por un reducido coste, un fácil mantenimiento y un sencillo manejo que el personal acceda desde sus domicilios a sus puestos de sobremesa de sus despachos -ya se está trabajando en el acceso a ordenadores virtuales creados en una nube propia de la UCM- desde un monitor inteligente de 24 pulgadas.
Como recuerda el director de los Servicios Informáticos, Jaime Arias Javaloyes, la primera solución, durante los meses de confinamiento, fue facilitar ordenadores portátiles a quien los necesitó. La medida tenía diferentes problemas, como, por ejemplo, la adaptación de cada equipo a las necesidades de software de quien lo iba a utilizar, e incomodidades: estar durante toda la jornada laboral ante una pantalla de menos de 14 pulgadas no es una buena opción ergonómica. Tampoco era una buena solución económica y menos en aquellos primeros momentos en los que los portátiles se volvieron un bien de primera necesidad y la falta de demanda hizo que los precios se disparasen. Además, exigía duplicar los costes de las licencias de software.
El Vicerrectorado de Tecnología y Sostenibilidad, con el propio vicerrector Jorge Gómez Sanz a la cabeza, y la Dirección de los Servicios Informáticos comenzaron -nos situamos en el verano de 2020- a buscar alternativas. “Vimos que podíamos apoyarnos un poco en el concepto antiguo de cajas tontas que se conectaban a un ordenador central y desde ellas trabajabas, como por ejemplo se hacía antes en los bancos. Vimos que nosotros podíamos sustituir el mainframe, el ordenador central, por el propio equipo de trabajo que tiene cada trabajador en su ubicación en la UCM, que es el que luego se conecta a aplicaciones core, como SAP, gestión académica…”, resume el director de los Servicios Informáticos.
La solución se buscó en el campo de los microordenadores. “Conocíamos -explica Jaime Arias- la existencia de hardware de tamaño muy reducido que nos podían servir y optamos por el del consorcio inglés Raspberry Pi, que se utiliza mucho para educación en Reino Unido y Estados Unidos. Tiene un microprocesador con 4 Gb de RAM, similar al que tienen los móviles; está desarrollado con software libre; el sistema operativo se carga en una tarjeta Micro SD, y ya se programa para que el usuario únicamente tenga que meter su código de usuario de la UCM y ya poder acceder al equipo en remoto tras conectarte al wifi de tu casa. Lo siguiente -continúa Arias- era ver cómo integrarlo en un monitor, hicimos diferentes pruebas, hasta que dimos con la actual solución”. La placa de Raspberry Pi se ha insertado en una caja de aluminio que se instala en la parte trasera de una pantalla normal de ordenador de sobremesa, convirtiéndola en un monitor inteligente. En todo este primer proceso colaboró el profesor de la Facultad de Informática Juan Carlos Fabero Jiménez y la Oficina de Software Libre. La placa, además del procesador y la tarjeta Micro SD, lleva dos conexiones USB 3.0, otras dos USB 2.0, tarjeta ethernet, conexión wifi y puerto HDMI.
El Thinclient UCM permite trabajar de forma autónoma, por ejemplo para navegar por Internet, conectarte al correo, o trabajar con herramientas on line como el Office 365 -gratuito para la comunidad complutense- o las aplicaciones de Google, que están disponibles desde la cuenta de correo @ucm.es. También permite, y aquí está la clave, trabajar en remoto a través de la conexión VPN a tu equipo físico de la UCM, o como se pretende hacer a medio plazo trabajar en remoto con equipos virtualizados. En la actualidad, como explica el director de los Servicios Informáticos, los trabajadores de la UCM que disponen del Thinclient están trabajando contra su equipo de trabajo, el cual han tenido que dejar encendido en su puesto de trabajo. Esto, como de hecho ocurre con cierta asiduidad, tiene el problema de que ante cualquier corte del suministro de luz la conexión se interrumpe y alguien debe desplazarse para volver a encender el ordenador. Por ello, como explica Arias, desde los Servicios Informáticos se ha puesto en marcha un proyecto para generar ordenadores virtuales. Por ahora se podrían alojar en plataformas que ofertan este servicio, pero “la idea es tener una nube propia en la UCM para eso”.
El kit que se entrega consta de un monitor con la placa y teclado y ratón inalámbricos. El coste total del kit no supera los 185 €. Un ordenador portátil con unas características mínimas no bajaba de los 600 € y a este precio había que sumar el de las licencias del software que se instalase en ellos. Por ahora se han entregado ya más de 120 kits y se están preparando 80 más. “Se está utilizando por el PAS en las áreas de investigación, gestión económica, etcétera; es decir, personal de servicios centrales, aunque ya nos están llegando solicitudes de Facultades que también lo quieren. Están funcionando bastante bien. En la encuesta de satisfacción que estamos haciendo, el 92 por ciento dice que cumplen perfectamente para el desempeño del puesto de trabajo”, informa Jaime Arias, quien también señala que tras recibir su kit los trabajadores son dados de alta en un grupo de chat, a través del que pueden solicitar apoyo inmediato al personal de los Servicios Informáticos.
El vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad, Jorge Gómez, resume en seis las ventajas del Thinclient UCM. “Un mayor alcance al poder entregar equipamiento a más usuarios con un menor coste de inversión en hardware. Ergonómicas: mejora la calidad de los puestos de trabajo, al disponer de pantallas de 24’’ frente a las de 13,5’’ de los portátiles, el uso de teclados expandidos y ratón inalámbricos. Se facilita la resolución de problemas de asistencia a usuarios. El mantenimiento de los equipos es más reducido, y la obsolescencia es menor, lo que influye de forma positiva en la reducción de generación de residuos electrónicos. La potencia de cálculo no reside en los thinclients, sino en los equipos físicos o virtuales a los que este se conecta, lo que permite sobre todo en el caso de los equipos virtuales, gestionar mejor los recursos disponibles, pudiendo incrementarse la memoria o potencia de los equipos virtuales de forma centralizada. Se reducirán los costes de licencias de software, permitiendo optimizar el número de licencias instaladas evitando su duplicidad”.
En todo este proceso de creación del Thinclient UCM, en su preparación, programación y ensamblaje, están participando, como no quiere olvidar mencionar el director de los Servicios Informáticos, Jaime Arias, el director del Área de Gobierno T.I., Fernando Miguel Pescador González; el Grupo de Soporte al Puesto de Trabajo, integrado por Sergio Almagro Gil, José Fernández García, Arturo Jiménez Cabellos, Daniel Luis Maya Rosales, Javier Herrero Barba, J. Luis Sánchez Gómez-Olmedo, Antonio Hernando Valdeita, María Aránzazu Gallego Montero y Fernando Egido Arteaga, y el Grupo de Seguridad de Red, compuesto por José Joaquín Martín González y Jaime Martín Bradshaw.