CINE
“To Leslie”, de Michael Morris
Texto: Jaime Fernández - 3 mar 2023 11:08 CET
Leslie, que vive en un pueblo de la América profunda, gana la lotería y se cree que su vida va a cambiar. Años después (que pasan durante los títulos de la película, así que no hay spoiler), sin nada del dinero que ganó, alcohólica, separada de su hijo y sin trabajo, se encuentra en una situación desesperada.
Este es el segundo guion de Ryan Binaco, después de escribir una desconocida (al menos para mí) película de ciencia ficción ambientada en 3022. Aquí juega con la idea (que tanto me gusta) de esa América alejada totalmente del glamour, donde las oportunidades no existen más que en los sueños de los protagonistas. Es cierto que no es nada nuevo, que ya lo contaba Richard Yates en sus novelas en las que se descubría que el American Dream es un auténtico timo, pero últimamente el cine, con películas como esta o la magnífica Nomadland nos demuestran que Estados Unidos es un páramo con dos costas modernas y un interior desolado y lleno de fracasados.
Se supone que la historia está basada en un hecho real, así que quizás el desarrollo de lo que ocurrió es similar a lo que vemos en el filme, pero es cierto que en un momento dado el guion se hace predecible y el final lo intuimos desde más o menos la mitad del metraje, incluyendo un happy end que reconcilia a Binaco con el cine americano del mundo de la ilusión y la fantasía.
El director Michael Morris se ha pasado la vida metido en series de televisión, incluidas algunas tan famosas como Better call Saul, Por trece razones, Shameless o House of Cards, donde ha dirigido episodios sueltos, en el estilo propio de las plataformas que eligen multitud de directores para sacar adelante sus series. Eso unifica los criterios de dirección y también los estilos, y eso quizás se nota en To Leslie, donde no hay nada que pueda identificar al autor como un creador con personalidad. Todo está bien rodado, no hay aquí disparates al estilo de lo que podemos ver en otras cinematografías, pero le falta ese toque propio que tiene todo gran director.
Lo mejor de la película es, sin duda, la actriz protagonista que interpreta a Leslie, Andrea Riseborough, que ha salido en muchísimas otras películas, pero que nunca había tenido el papelón que tiene aquí, en el que tiene que pasarse gran parte del tiempo lidiando con el fantasma del alcohol. Cuando ves la película. en muchos momentos parece que esa pobre mujer que va mendigando bebida, a cambio de lo que sea, está realmente borracha. Una inmersión en el papel realmente increíble y que lo mismo hace que se lleve el Oscar a la mejor Actriz. Veremos.