EN VERDE

Álex Cantarero, Juan Carlos Fontanillas, Alberto Álvarez López y Jimena López Arrabe

Profesores de Veterinaria, asesores para el fomento de la biodiversidad del parque de Valdebernardo

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 24 nov 2023 11:16 CET

Juan Carlos Fontanillas, profesor del Departamento de Fisiología, y Alberto Álvarez López, PAS de la Facultad de Veterinaria, lideran el proyecto de asesoramiento a la Comunidad de Madrid, para el fomento de la biodiversidad del parque de Valdebernardo, dentro del programa del corredor medioambiental Arco Verde. La idea original de la comunidad era potenciar la presencia de anfibios y reptiles, pero desde la UCM les propusieron una gestión integral, no sólo con charcas para anfibios, sino también con la instalación de refugios para murciélagos, lagartijas y lagartos, cajas nido para aves y control de especies invasoras.

 

Alberto Álvarez, que acaba de recibir, en nombre de la Asociación Herpetológica Española, el premio a la Conservación de la Biodiversidad BBVA, dotado con 250.000 euros, explica que la Comunidad de Madrid les propuso la gestión del parque forestal de Valdebernardo, en colaboración estrecha con la empresa que lleva la jardinería. La idea de la comunidad autónoma es cambiar la forma de trabajar para que ese, y otros parques, se puedan convertir en un refugio de biodiversidad, así que los miembros de la Facultad de Veterinaria de la UCM han llevado a cabo actuaciones para que haya más fauna protegida y autóctona en el parque.

 

En la parte de jardinería se han introducido plantas que consumen poca agua, favoreciendo la presencia de plantas adaptadas a nuestro ecosistema y requisitos hídricos, con lo que van a favorecer la riqueza en especies de insectos de especies beneficiosas o protegidas, como abejas, mariposa y otros insectos en los que es experta Isabel García Cuenca, una de las profesoras de Veterinaria que ha participado en el proyecto.

 

Además, se ha reducido el uso de productos fitosanitarios y químicos, algo que, de acuerdo con Juan Carlos Fontanillas, se lleva haciendo desde hace muchos años en la Universidad Complutense, donde se prohibió el uso del glifosato y se vio cómo aumentaban las poblaciones de invertebrados y de mariposas protegidas. Y algo similar se va a hacer en el parque de Vicálvaro, donde también se han instalado unos pocos hoteles para insectos, para abejas solitarias, que también son polinizadoras.

 

Las aves

Para las diferentes especies de aves se han instalado en Valdebernardo treinta cajas nido, y se ha aprovechado para hacer un proyecto de investigación que dirige Álex Cantarero, también profesor de la sección departamental de Fisiología, de la Facultad de Veterinaria. Él mismo explica que la intención es aumentar la biodiversidad de aves en el parque, “aves que normalmente se encuentran con el problema de no tener sitio para nidificar, por el tipo de árboles que hay en muchos parques y ciudades, que son relativamente jóvenes y no tienen oquedades para nidificar”.

 

En el proyecto con el parque de Valdebernardo se han instalado las treinta cajas aprovechando una serie de árboles que tenían un porte adecuado, y se ha hecho el seguimiento de su ocupación, al tiempo que se les han puesto unas protecciones, diseñadas por el propio Cantarero, contra los pájaros carpintero que suelen agujerar las cajas nido y, de paso, depredar a otras aves, lo que hacen de forma natural.

 

Parte del proyecto de investigación consiste en ver qué aves ocupan las cajas, y luego comparar los ectoparásitos de esos nidos con los de cajas instaladas en el campo. Explica Cantarero que los nidos de las aves se colonizan por parásitos que acuden a comer detritus y a alimentarse de la sangre de los pollos y adultos. La idea, por tanto, es comparar el ambiente urbano con uno más natural para ver si las ciudades, como consecuencia del calor, pueden modificar ese tipo de parásitos, algo que todavía está a la espera del análisis de los resultados.

 

Jimena López, profesora también de la Facultad, explica que en este año se han puesto las cajas muy cerca de la época de cría, pero a pesar de eso, en prácticamente todas las cajas se inició la construcción de nido. Las puestas exitosas han sido pocas, siete de las treinta, “quizás porque les ha pillado muy justa la temporada, pero sí han criado carboneros comunes y gorriones molineros, que antes de volar se han anillado para que quede registrado el lugar y el año de nacimiento”. Se espera que a partir del segundo año aumente el número de parejas que aniden dentro de las cajas.

 

Juan Carlos Fontanillas informa además de que siempre que han ido a estudiar las cajas nido se han encontrado con mucha gente por el parque, lo que ha provocado “interés y curiosidad por el trabajo que realizaban los profesores. Y también respeto, porque no ha habido ni un solo caso de vandalismo contra las cajas nido”.

 

Conejos, tortugas y gansos

Dentro del parque, de acuerdo con Alberto López, hay problemas con varios animales, uno de ellos son los conejos, porque hay una superpoblación, así que la propuesta de la UCM es capturar a esos conejos en vivo y trasladarlos a fincas donde la Comunidad de Madrid trabaja con especies protegidas, como el águila imperial, y donde están preparando la reintroducción del lince. Antes del traslado, se harán unos análisis de esos conejos en VISAVET para asegurarse de que están sanos y que no se transmite ninguna enfermedad.

 

En Valdebernardo, como es lógico, los conejos no tienen depredadores, y además tienen acceso a mucha comida y un sitio perfecto para hacer las madrigueras, así que ahora “hay una densidad demasiado alta y en cualquier momento puede haber una enfermedad que provoque una mortalidad muy alta que se quiere evitar”.

 

Otro problema es que en la gran laguna que hay en el parque “hay una enorme cantidad de gansos del Nilo, que es una especie exótica invasora, que se va a retirar”. Cantarero informa de que es una especie que se reproduce rapidísimo, ha sacado tres nidadas en un año, con lo que no deja espacio para otras especies, y además es “una especie muy agresiva que desplaza a cualquier otra ave que esté intentado nidificar allí".

 

También en esa laguna hay tortugas de Florida, que es otra especie que hay que retirar, con la idea de introducir galápagos autóctonos que proceden del centro de recuperación de Grefa.

 

Murciélagos, anfibios y reptiles

Al igual que para las aves, para los murciélagos también se han puesto cajas nido, para lograr que se establezcan distintas especies. De momento las han usado en primavera como dormidero, pero “el problema que tienen es que están en sitios donde les da mucho el sol, así que cuando llega el verano y hace mucho calor se tienen que marchar, pero, de todos modos, la idea es que se establezcan en algunas de esas cajas”. En la actualidad ya se ve mucho movimiento de murciélagos por la noche, y se han visto varias especies protegidas, y “al igual que otros animales insectívoros, cuantos menos insecticidas se utilizan en la jardinería más aumenta su población”.

 

Para los anfibios se han creado unas charcas, que ya están colonizadas, de momento por ranas, que han llegado de forma natural desde otras charcas cercanas. Explica Álvarez López que las ranas por la noche salen de las charcas y se mueven mucho, y “en cuanto llega una, como cantan, las otras la oyen, hacen un efecto llamada y luego empiezan a criar”. Ahora están esperando que lleguen otras especies de anfibios.

 

Para los reptiles se han hecho una serie de refugios, con la idea de que se asienten también diferentes tipos de lagartijas y lagartos. Explican los profesores que ya había lagartijas en el parque, pero gracias a estos refugios se les “ha puesto fácil”, con sitios para hibernar donde no haya tratamientos insecticidas, ya que “los insectos son su alimentación y al final los lagartos acaban envenenados por un efecto acumulativo”.

 

De momento ha sido un proyecto piloto de un año, y ahora toca reunirse con la Comunidad de Madrid para presentar los resultados, pero todos son tan favorables que los profesores de Veterinaria confían en que continuarán, incluso ampliándo el trabajo a los otros parques que gestiona la comunidad autónoma y que están incluidos en el Arco Verde, los de Polvoranca, Bosquesur y La Cantueña.