ESTUDIANTES

María Crenes, alumni de Veterinaria, durante un receso de la sesión de presentación de la convocatoria de proyectos para asociaciones de estudiantes UCM

El Vicerrectorado de Estudiantes lanza una convocatoria de proyectos para recuperar el tejido asociativo

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 27 feb 2024 10:37 CET

Con el nombre de “Convocatoria de proyectos para la participación y convivencia de asociaciones de estudiantes UCM 2024” se ha lanzado una iniciativa que busca recuperar el tejido asociativo en nuestra Universidad. Así lo ha afirmado Rosa María de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes, en la presentación que se ha hecho de la convocatoria el 26 de febrero. En el acto, celebrado en la sala interactiva del Edificio de Estudiantes, se ha dado voz a antiguos representantes de asociaciones y a un miembro de la Asociación Afrodescendiente Universitaria Kwanzaa, que se ha beneficiado de esta ayuda en el proyecto piloto de la convocatoria, lanzado el pasado curso.

 

La vicerrectora Rosa María de la Fuente ha asegurado que la pandemia frenó la actividad de las asociaciones de estudiantes y que su ritmo habitual de iniciativas no se ha recuperado todavía. Para intentar solucionar ese frenazo que ha habido en el tejido asociativo complutense se ha lanzado esta convocatoria de proyectos para que “planifiquen acciones con mayor fortaleza y continuidad”.

 

Los ODS son los que marcarán la guía de estos proyectos, ya que “nos sacan de nuestro ombligo” y permiten establecer “acciones más allá de nuestra vida cotidiana” y las asociaciones podrán presentar todos los proyectos que consideren oportunos. Con un presupuesto finalista de 12.000 euros, cada proyecto puede estar dotado con 500 euros, cifra que puede aumentar si esos proyectos se presentan de manera conjunta entre asociaciones de diferentes facultades.

 

Juan Luis Nogueras, director de la Casa del Estudiante, ha informado que desde la unidad que dirige se prestará todo tipo de asesoramiento a todos aquellos que quieran presentar un proyecto, informándoles de todos los pasos precisos, desde la presentación de las solicitudes hasta el plan de evaluación. Asegura Nogueras que están dispuestos a agendar reuniones con todos los que lo deseen para que ninguno de los solicitantes se quede sin la ayuda para llevar a cabo un proyecto, al que se podrán presentar hasta el 20 de marzo y lo podrán realizar a lo largo de todo el año 2024.

 

Ha informado también Nogueras de que estas ayudas vienen a sustituir a los 90 euros anuales que se daban a las asociaciones hasta ahora por el mero hecho de existir. A partir de ahora será necesario un mayor compromiso que sirva para “generar comunidad”.

 

Los testimonios

María Crenes, alumni de Veterinaria y antigua miembro de una asociación de la Facultad, tiene claro que en el mundo laboral se valoran mucho las actividades extracurriculares como pertenecer a una asociación de estudiantes, porque con ello “se adquieren competencias transversales que no te enseñan en las clases”.

 

Con respecto a esto, la vicerrectora de Estudiantes, asegura que se está estudiando la manera de que este desarrollo de habilidades, relacionado con la participación en el asociacionismo, quede reflejado de alguna manera en el suplemento del título, “para que conste en el currículum de los estudiantes”.

 

Pablo Xing Gao, que formó parte de una exitosa asociación de estudiantes en la Facultad de Odontología, opina que es un maravilloso “campo de pruebas, que permite cometer errores, lo que te va a enseñar muchas más cosas para tu día a día de las que, a veces, se aprende en las clases”. Considera además que el tiempo que se le dedica al asociacionismo “marca la diferencia” del paso de un estudiante por la universidad.

 

Coincide con esa opinión Lydia Serrano, actual delegada del decano para la participación de la Facultad de Educación, quien añade que aporta “mucha creatividad y capacidad analítica, te permite crear una red que se retroalimenta…”.

 

Mariano Rosario, de la asociación Kwanza, de la Facultad de Políticas, ha explicado cómo con la ayuda del proyecto piloto de la convocatoria han podido desarrollar las II Jornadas Afro Complutense, que han aumentado en tamaño, llevándola a otros centros como Educación y Ciencias de la Información. Considera Rosario que el tener un presupuesto asignado les ha cambiado la mentalidad, por el hecho de tener que organizar la actividad con mucho más tiempo y con una intencionalidad concreta desde el origen de la idea.