Texto: Jaime Fernández - 10 jun 2021 10:32 CET

El Grupo de Seguimiento de Biodiversidad UCM lleva más de una década estudiando nuestro campus desde diferentes perspectivas medioambientales. Gracias a ellos se conoce la dinámica vegetal de la Ciudad Universitaria, pero también las aves y las mariposas. La idea de este grupo es articular su trabajo en tres ejes fundamentales: la investigación, la docencia y la divulgación, de ahí que hayan querido mostrar, in situ, el trabajo que realizan al rector Joaquín Goyache, Francisco José Cabrero, coordinador del área de Entomofauna del Grupo, reconoce que el rector se ha mostrado muy abierto y receptivo a sus comentarios y propuestas, con la esperanza puesta en “materializar algún compromiso a medio-largo plazo por parte de la Universidad para la conservación y gestión adecuada, con criterios científicos, de las propias zonas verdes del campus”.

La visita se ha realizado, en concreto, por la zona conocida como la Finca de Papá, que es el pinar al norte de la Facultad de Informática, y allí los responsables del Grupo de Seguimiento de Biodiversidad han explicado su trayectoria de 12 años y la información que han ido acumulando sobre grupos bioindicadores: aves, mariposas y plantas. Eso les ha permitido utilizar el campus, de acuerdo con Francisco José Cabrero, como si fuera “un laboratorio vivo en el que se han desarrollado herramientas de muestreo dirigidas a la gestión, uso y reconocimiento del estado de los territorios, con la ayuda de alumnos, PAS y otros profesores, recopilando valiosa información sobre los cambios que se han producido en el Campus en los últimos años y cómo han influido en la biodiversidad temas como la suspensión del glifosato, el confinamiento o Filomena”.

Los responsables del grupo creen que “es fundamental que los estudiantes tengan acceso a elementos de investigación real” y para conseguir su objetivo es esencial la formación de nuevos investigadores, a la que contribuyen mediante “un firme compromiso con la docencia universitaria a todos sus niveles”. Para ello fomentan el estudio de la biología de las poblaciones de diferentes especies dentro del marco de programas estandarizados de estudios a largo plazo.

En un reportaje anterior en Tribuna Complutense, sobre las parcelas permanentes que hay en la Ciudad Universitaria para monitorizar la biodiversidad vegetal, José Antonio Molina, coordinador del área de Botánica del Grupo, también insistió en la importancia de la observación continuada durante un largo periodo de tiempo. De acuerdo con él, “lo más importante es tenerlas a largo plazo, para que dentro de 50 años los hijos de los estudiantes actuales lo vean, porque cuantos más datos se tengan más robustos será el análisis. La idea es que sean permanentes de verdad”.